Cómo cuidar a tu híbrida | Michaeng

Consejo #4

Recuerda, aunque sean híbridos aún conservan uno que otro instinto animal, así que no te enojes por alguna travesura que hagan.

Flashback

Últimamente ha habido mucho trabajo, por lo que no he podido pasar tanto tiempo con Mina como desearía.

Estaba pensando en ello mientras regresaba a casa. Me adentré y encontré a Mina en nuestra habitación, durmiendo mientras abrazaba su propia colita y ronroneaba suavemente. 

Awwww, es muy tierna.

¿Cómo rayos quiere que me abstenga de hacerle mimos si ella se ve así cada vez que duerme?

Me alejé despacio para no hacer ruido y me encontré con un escenario que hubiera causado más de un desmayo a cualquier madre.

— ¡¿Qué rayos pasó aquí?! — para mi sorpresa la sala estaba hecha un desastre. Todos los muebles estaban arañados y las cortinas destruidas.

¿Cómo esa bolita de ternura pudo causar todo esto?

— ¿Chaengie, qué sucede?, ¿porqué gritaste? — hablando de bolitas de ternura, Mina apareció detrás mío mientras se frotaba los ojos y hacía un puchero.

— ¿Mina, tú hiciste esto?

— Si la respuesta es sí, ¿te vas a enojar? — tenía las orejas bajas. Escondió su colita entre sus piernas, pegándola a su abdómen y enrrollándola.

Inhalé mucho aire y lo mantuve apresado unos segundos antes de soltarlo lentamente — ¿Puedo saber por qué lo hiciste?

Estoy tratando de mantener la calma aunque es difícil viendo los pobres sofás.

— E..Estaba aburrida y... por instinto empecé a arañar y morder todo. N-No lo hice a propósito. P..erdón — es la primera vez que la veo realmente arrepentida de una travesura que ha hecho.

Por un momento recordé que no tenía casi nada con lo cual entretenerse mientras no estoy, sólo uno que otro peluche que destruía en días.

Mentalmente me di una patada por no haber notado eso antes.

— Está bien, entiendo. Este fin de semana iremos de compras — sus orejas se elevaron y sus pupilas se dilataron considerablemente.

— ¿N-No estás enojada?

— No — solté un suspiro antes de continuar —, sólo no vuelvas a destruir todo cuando estés aburrida o te dejaré sin atún.

— Está bien, Chaeyoungie — de pronto me abrazó con fuerza.

— ¿Minari?

— Vamos a la cama, hoy sí estoy de humor para mimos — tomó mi mano y fuimos a la habitación.

Se acurrucó sobre mí (aparentemente soy su lugar preferido para dormir) y comencé a acariciar detrás de sus orejas.

Casi de inmediato empezó a ronronear y se quedó dormida, otra vez.

No duré mucho tiempo despierta tampoco y la seguí, es muy relajante el calor que emite.

Nunca sería capaz de castigarla por alguna travesura que haga, sé que no lo hace con mala intención, al menos la mayoría de las veces.