Qué bonito es recordar a veces. Pero no esos malos momentos sino los que te hacen sonreír a la nada por largo rato.
Ver a Mina tan tranquila, como una adulta de —humanamente— veinticuatro años a veces se me hace algo extraño. No lleva ni cinco años existiendo y aparenta una edad mucho mayor.
Al momento de rescatarla de ese refugio todo lo que pensaba que pasaría se fue al tacho rápidamente.
Bueno, hay que tomar el hecho de que llegó aquí prácticamente como una bolita con orejas y cola que maullaba mucho. Pero a los meses noté que empezaba a crecer a un ritmo muy acelerado.
Tampoco es como si de un día para otro hubiese tenido a una adulta hecha y derecha viviendo conmigo, pero igual para mí fue extraño.
Cuando le pregunté al doctor, me respondió que los primeros años de su vida crecería mucho más rápido y luego lo haría de manera normal.
Tal y como lo dijo, así fue. La pequeña niña que rescaté de ese refugio cuando tenía veinte años ahora ha crecido demasiado a mi parecer.
¡Es más alta que yo, no puede ser!
Aunque la razón de su forma de ser me parece algo triste, porque no tuvo familia ni amigos, solo estuvo encerrada. Inventada específicamente para satisfacer las necesidades morbosas de las personas.
Esa es la razón de su desarrollo tan apresurado. Mientras más rápido estuviese "lista", era mejor.
Pero al menos, para suerte de todos los híbridos que existen, esos procesos al fin fueron prohibidos un año después de rescatar a Mina.
Esa lucha que parecía no tener fin ha cesado y lo hizo para beneficiar a los híbridos.
De todas formas, siguen siendo seres humanos. No son ni mascotas ni esclavos sexuales ni juguetes de pelea. Por lo que tratarlos de esa manera es simplemente horroroso.
No todo salió como esperaba. Pero muchas cosas buenas pasaron luego de que Minari entrara a mi vida.
Sonreí al recordar todo lo que pasamos juntas. Puede que no hallan transcurrido muchos años pero siguen habiendo memorias muy lindas.
— Chaeng...
Dejé de divagar en mi mente al escucharla, y sonreí por verla. ¿Cómo no hacerlo? Es tan linda y a la vez tan extrañamente querible.
— ¿Qué pasó? — cuestioné tranquilamente.
— ¿Estás bien? Te quedaste mirando la maceta de allá por media hora seguida — señaló hacia la cerámica con cara de confusión y las orejas elevadas en señal de atención —. Ni siquiera yo puedo mantener la concentración tanto tiempo.
Fruncí en ceño y rápidamente revisé la hora en mi celular.
No puede ser, es verdad. ¿Tanto tiempo estuve metida en mis pensamientos? Creí que habían pasado unos segundos.
Sonreí para calmarla, dando caricias detrás de sus orejas.
— No te preocupes. Solo estaba recordando algunas cositas.
— ¿Como qué cosas? — tomó asiento al lado mío y apoyó su cabeza en mi hombro, dando un suave ronroneo.
La miré un rato y proseguí — Sobre las cosas que pasaron cuando llegaste a mi vida.
Sus pupilas se dilataron a la vez que soltaba un largo "ah" en señal de entendimiento.
— ¿Y es por eso que te demoraste mucho recordando? — esa sonrisa altanera que me dio casi me saca risa. Estuve tentada a contraatacar pero mejor solo digo la verdad.
— Sí. Y solo fue una pequeña fracción de todos los recuerdos contigo. Casi todos buenos.
— Entiendo... — susurró — supongo que el momento que te conté de mi pasado no cuenta como uno bueno.
Mi corazón dejo de latir unas milésimas de segundo por el tono tan triste de su voz. Después de todo sigue siendo algo traumante para ella.
— Tal vez sea un recuerdo triste. Pero en serio aprecio que te abras y confíes en mí. Ese día fue uno agridulce — la separé de mi cuello y dejé un beso en su frente, aunque para mi sorpresa seguía entristecida — Hay algo más, ¿no?
Asintió con los ojos lagrimeantes.
— No te conté todo, pero... por ahora prefiero solo estar a tu lado — Inhaló un poco y luego parecía más calmada —. Parece que tu sola presencia me relaja.
Sonreí de lado, ya que no podía brindar una completa. No me sentía con los ánimos para hacerlo. Verla triste me duele.
Así es. No todos los días se puede ser feliz, pero una pizca de tristeza puede ayudar a veces.
Parece que Mina aun tiene algo que la hostiga en su mente y estaré para escucharla cuando esté lista para continuar esta conversación. Por ahora, solo me limitaré a abrazarla y tranquilizarla.
A/N: Bueno, tal vez una pizca de drama no esté mal. Pero tranquilos, solo confíen en mí.
A/N: Perdonen por estar tan desorganizada con respecto a la publicación de nuevos capítulos de esta historia. La creatividad me está jugando una mala pasada.
Voy a alterar un poco el horario de actualización para mantener un orden pero que sea algo más flexible.
Va a quedar oficialmente así:
– Cómo cuidar a tu híbrida: Entre el 1 a 6 de cada mes.
– Mi gata gruñona: El 7 de cada mes.
– Bad guy: El 14 de cada mes.
– Bad luck: El 21 y 28 de cada mes.
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Cómo cuidar a tu híbrida | Michaeng
Hayran Kurgu¿Has estado pensando en rescatar a un híbrido de gato pero no tienes ni la menor idea de qué hacer? Pues aquí podrás encontrar unos consejos de cuidados a base de mi experiencia personal. Prólogo: 22 - 03 - 2021 Inicio: 01 - 04 - 2021 Final:...