CAPITULO 1: SORPRESAS

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Después de tener batallas muy duras en la época antigua me hacía falta un descanso, Inuyasha me ha dejado estar mi época esta semana sin venir a molestarme, pero ya mañana es sábado y prometí que volvería para entonces.

Hoy rendí un examen bastante difícil en química, y el hecho de que todo el día he tenido constantes mareos no me ayuda mucho, espero no enfermarme.

-¿Cómo te ha ido en el examen Kagome? –Suspire con desesperanza.-

-Creo no muy bien.

-Kagome si sigues faltando tanto a clases vas a reprobar.

-Es verdad deberías cuidar un poco mas tu salud. –Eri, Yuka y Ayumi siempre se están preocupando por mí, son muy buenas amigas, en ocasiones desearía poder contarles lo que realmente ocurre en mi vida pero no es probable que me crean.

-¿Y cómo vas con ese novio tuyo? El que nos ayudo en la obra. –Pregunto Yuka curiosa como siempre.

-Hemos terminado. –Así es, si es que alguna vez realmente hubo algo entre nosotros, entendí que hay cosas que nunca van a cambiar, así que decidí cambiar yo y avanzar. El no se decidía entre Kikyo y yo, lo mejor fue salir de ese círculo vicioso.

Además si él se llega a enterar de que yo... No quiero ni pensar en eso.

-Aaah que mal, el nos agradaba.

-Está bien, aun somos amigos. –Otro fuerte mareo me hizo tambalear hasta quedar sujetándome de la pared del pasillo.

-¿Estás bien? –Me rodearon las tres preocupadas.

-Si chicas ha sido solo un mareo.

-Has estado así todo el día ¿segura que te encuentras bien?

-Si chicas no se preocupen. –Aunque diga eso a mi si me preocupa, no es normal en mi, quizá mañana debería ir al hospital al chequearme antes de volver a la búsqueda de los fragmentos. Solo para estar segura de que no ocurre nada malo, sería una molestia si caigo enferma en medio del viaje.- Mamá ya estoy en casa. –Subo directo a mi habitación y me tumbo en la cama, últimamente me he sentido tan vacía, siento que hay algo –o tal vez alguien- que falta en mi vida.

Aun recuerdo sus ojos dorados y su voz diciendo Confía en mí.- sin duda un error de mi parte, eso sin duda me perseguirá hasta el momento de mi muerte.

Me dedico a arreglar mi mochila para partir mañana, más que nada provisiones y un poco de ropa porque me quedare sin uniformes con tantas batallas.

-Kagome la comida esta lista. –Escuche a mi madre llamarme para cenar y sin duda baje corriendo, especialmente hoy muero de hambre, todo huele especialmente rico hoy ¿será porque cuando estoy en la otra época no tengo este tipo de comidas? No lo sé pero devoro todo lo que puedo con ansias, no volveré a comer así en mucho tiempo.

Con el estomago lleno a reventar vuelvo a mi habitación, mientras subía las escaleras volví a marearme, esta vez fue un poco más fuerte y casi caigo, me agarre a las barandas y tan pronto me repuse tuve que correr al baño, me incline sobre el inodoro sosteniendo mi cabello con mis manos ¡Acabo de perder todo lo que había comido! Con lo bueno que estaba, definitivamente mañana iré al hospital, por ahora solo deseo dormir y esperar que el malestar pase.

-¿Y cuáles son sus síntomas Señorita Higurashi?

-Mareos muy fuertes y vómitos. –Bastante desagradable puedo decir. El doctor me miro pensativo.

-¿Nada mas?

-No de momento. –Junto ambas manos sobre la mesa entrelazadas y me miro con bastante seriedad.

-¿Alguna posibilidad de que este embarazada? –Me sonrojo y niego con la cabeza.- ¿Segura? –Respiro profundo ¿Cómo es que una conversación tan trivial me pone tan nerviosa?

-No lo creo... -Seguía mirándome con expresión seria.

-Acuéstese en la camilla y por favor súbase la camisa. –Un poco temblorosa obedecí ¿Qué probabilidad puede haber? Solo fue una vez ¿Puedo tener tan mala suerte? El doctor puso sobre mi vientre un gel gelatinoso y lo esparció con el pequeño aparato que da la imagen, yo por mi parte podía sentir detalladamente cada latido que da mi corazón mientras en mi mente solo repetía "Por favor no".- ¿Ve eso? –Señalo en la pantalla lo que parecía ser un pequeño bulto.- Es su bebe Señorita Higurashi, usted está embarazada, tiene aproximadamente un mes. –Ahora ya o puedo sentir mi corazón, creo que dejo de latir, mi alma abandono mi cuerpo y no soy capaz de emitir un sonido.

El doctor balbuceaba alguna cosa sin sentido de vitaminas y cuidados pero realmente no lo estoy escuchando.

Camino por la calle cual alma en pena ¡Solo fue una vez! ¡UNA VEZ! ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¡Dios mío! ¿Qué le voy a decir a Inuyasha? El de ninguna manera puede saberlo ¿Qué haré? El doctor dijo que tengo un mes, eso me da al menos tres meses antes de que se note, y ocho para derrotar a Naraku y recuperar la Shikon antes de que nazca. Acaricio mi vientre resignada. –A tu padre esto no le va a gustar nada...

CONTINUARA...

ALGUIEN A QUIEN PROTEGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora