ALGUIEN A QUIEN PROTEGER

CAPITULO 7: UNA JAULA DE ORO.

Llegamos al palacio de Sesshomaru, no me esperaba menos de él, un lugar grande, muy grande, lujosos lleno de sirviente –todos youkais- un gran jardín ¿Ya dije que es grande? ¿Se supone que yo viva aquí?

-¡Amo Sesshomaru! ¡Kagome! ¿Qué haces aquí?

-Hola Rin creo que les hare compañía un tiempo.

-¿Amo Sesshomaru la señorita Kagome va a vivir con nosotros?

-¡Niña tonta el amo no tiene que aguantarse a la estúpida mujer de Inuyas... -El pobre sapo fue callado por la patada que Sesshomaru le dio en la cara.

-Jaken de ahora en adelante te harás cargo de que la miko tenga lo que quiera.

-Co..como desee amo. –Admito que siento pena por el enano. Al entrar al palacio los guardias y las sirvientas se inclinaron recibiendo a su señor, cuanto respeto tiene este hombre.

-Bienvenido a casa amo. –Dijeron todas las sirvientas al mismo tiempo ¡Incluso tienes a las perras entrenadas! Puedo notar que me hacen mala cara por estar parada a un lado de su señor.

-De ahora en adelante la miko vivirá en el castillo, consíganle ropo y llévenla a la habitación.

-¿Quiere que le preparemos un futón en el cuarto del harén? -¿Espera que? ¿Pretende que duerma con esa banda de mujerzuelas?

-No, ella dormirá en mi habitación lleven las cosas allí. –Lo soldados mantenían su seria expresión sin mover un musculo o decir algo, en cambio las sirvientas se miraban incrédulas entre sí.- Escuchen todos, ella lleva a mi descendencia en su vientre y ustedes se encargaran de mantenerla a salvo ¿Entendido?

-Si amo. –Dijeron las sirvientas y los soldados al unisonó antes de retirarse, Rin tiro de mi mano haciendo que me agachara hasta quedar a su altura y hablarme al oído.

-¿Kagome que significa descendencia? –Pregunto con tal inocencia que se me fue imposible no enternecer el corazón, y respondí de igual manera.

-Significa que tu Amo y yo vamos a tener un bebe. –La pequeña sonrió y los ojos le brillaron llena de ilusión, se fue corriendo balbuceando incoherencias sobre tener un hermano y cosas por el estilo.

-Miko sígueme.

-¿Alguna vez podrías llamarme por mi nombre?

-Camina. –Dios, por favor no veo manera de que esto funcione si no trabajamos en la comunicación, lo seguí por el interior castillo que aun que es hermoso es un poco lúgubre. Llegamos a una gran puerta doble que abrió dándome paso a una habitación grande –como todo en este castillo- completamente ordenado.- Dormirás aquí.

-¿Contigo?

-Obviamente.

-¿Por qué?

-Porque eres mi mujer.

-¿Y quién lo ha decidido?

-Yo -¿Sera engreído el desgraciado? bajo un poco mi camisa mostrándole la base de mi cuello.-

-Pues yo no veo ninguna marca que diga eso. –Me miro sorprendido.- Si Sesshomaru se como funcionan las leyes de los Youkais no soy idiota.

-Eso podemos arreglarlo. –Me sonrió con lujuria ¡Mierda! ¡Que Sesshomaru sonría no es buena señal!

-¿Sabes qué? Dejémoslo así, por favor. –Me veía con evidente superioridad.