ALGUIEN A QUIEN PROTEGER

CAPITULO 13: PERLA DE SHIKON

-Kagome empezaba a creer que no vendrías.

-¡Kagura! No te aparezcas así me has asustado.

-¡KAGURA! ¿Qué haces aquí? –Kagura había llegado a nuestro lado sin avisar, casi me olvidaba que también quiere destruir a Naraku.

-Tranquilo Inuyasha ella está de nuestro lado. –Se rasco la cabeza un poco confundido pero acepto mis palabras, Sesshomaru se mantenía a unos metros de nosotros sin decir nada.-

-Eres una traidora ¡Morirás junto a todos estos miserables!

-El único que palmarás hoy serás tú ¡Me niego a ser tu prisionera un día más! -¡Así se habla!

-¡Naraku! Ya me tienes harta ¡Hoy pagaras por todo el daño que has hecho! –Hoy en este lugar terminaremos este derramamiento de sangre que lleva 50 años.-

-¿Piensas someterme? ¡Chiquilla ilusa!

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De todos los momentos en que la miko pudo retornar ¡Tuvo que volver ahora!

Planta cara a Naraku sin ningún miedo y con una osadía que no había visto jamás, está más claro que nunca.

Elegí a la mejor compañera.

Nuevamente los youkais empezaron a salir dispersándose sobre nosotros, son demonios de bajo rango el verdadero inconveniente es su cantidad, son una molestia, estamos rodeados y no sé cuanto pueda proteger a la miko que en lugar de pelear parece estar esperando por algo.-

"Sesshomaru ¿Tienes a alguien a quien proteger?" ¿Qué? ¿Por qué justo ahora recuerdo las últimas palabras de mi padre? "¿Tienes a alguien a quien proteger?"

Padre... en aquel momento no lo comprendí, y ya no estás para pedirte perdón por mi egocentrismo.

-Si padre, la protegeré a ella.-Aunque solo repicó dentro de mi cabeza la voz de mi padre es distintiva.-

-"Protégela y manifiesta que eres mi hijo."

-¡Inuyasha! ¡Dame a colmillo de hierro!

-¿De qué hablas Sesshomaru? A duras penas puedes sostenerla.

-¡Solo dámela! –En un movimiento rápido la lanzo hacia mí, inmediatamente empuñé la espada lanzando en viento cortante con una capacidad destructora que Inuyasha jamás podido dominar.

Los youkais quedaron hechos polvo y un gran agujero en el nauseabundo cuerpo de Naraku que daba al exterior.

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Sesshomaru elimino a todos los youkais con una inclinación de la espada, extraordinario, no esperaba menos de él.

Ese movimiento nos despejo la vista directamente hacia a Naraku.

-¡Kikyo ahora! –Ambas cargamos nuestros arcos liberando las flechas purificadoras, no tiene evasión.- ¡Muere Naraku! –Gritamos al mismo tiempo que nuestras energías combinadas traspasaban el pecho de Naraku.

-Esto no es po... -Sin terminar la frase su cuerpo desapareció en un destello de luz al mismo tiempo que la titánica araña empezaba a desintegrarse, prontamente salte sobre Ah-Un y Kikyo a la espalda de Inuyasha.

-Kagome tu sal de aquí nosotros iremos por la perla.

-Vale se los confió.-Aun salió volando por el agujero que Sesshomaru había hecho en el cuerpo de la araña, este nos seguía volando cerca.- Ah-Un vamos a la aldea.- El dragón volaba tranquilamente, de lejos vi a la pequeña Rin sentada afuera de la cabaña de Kaede junto a Jaken y sostenía al bebe en brazos, una imagen por de más enternecedora.

Sesshomaru nos paso a un lado llegando antes que nosotros junto a Rin ¡Mierda! ¿No pensara llevárselo? ¿Verdad? Ah-Un aterrizo justo en el momento en que Sesshomaru tomo al bebé en sus brazos.

Corrí hacia el permaneciendo a un metro de distancia, el se volvió para mirarme, sostenía a nuestro hijo y acariciaba con su mano su mejilla mientras sonreía ¿Esta sonriendo? ¿O fueron los gases tóxicos que respire?- Kagome...

-Sesshomaru...

-Has hecho un gran trabajo. -Definitivamente uno de los dos está mal.-

-El tiene tus ojos... Y le puse el nombre de tu padre, espero que no te disguste.

-No, me parece apropiado... Kagome yo...

-¡Oye Sesshomaru! ¡Ya puedes devolverme a colmillo de hierro!

-Como si la quisiera. –Le lanzo la espada e Inuyasha la atrapo con una mano y la metió en su funda.

-¿Ese es tu hijo Kagome?

-Si... este... Mmm Sesshomaru me das al bebe.- Claro que nadie se acercara a verlo si él lo sostiene, lo puso en mis brazos con una sutileza que no le conocia.- Acérquense.

-Es hermoso... -Podía notar cierta nostalgia en ella al decirlo, lo entiendo, ella no podrá tener hijos.

-¡Amo Sesshomaru su bebé es muy tierno!

-Deja los gritos niña tonta despertaras al hijo del amo.

-¡Jaken!

-¡Fhe! ¡Sesshomaru! ¡Ahora tienes un hijo hanyou! ¿No que nos odiabas? –Dijo Inuyasha con burla hacia su hermano.-

-Estúpido Inuyasha, mi hijo si salió bien, no como mi padre que hizo todo mal contigo. –Uf golpe bajo.-

-Ya basta después discutiremos eso ¿Recuperaron la perla?

-Sí. –Kikyo puso la perla en mi mano.- Ya la he purificado pero no sé si podamos destruirla.

-Mi abuelo me conto que la perla fue destruida gracias a un deseo, un deseo desinteresado.

-¿Y no te dijo cual deseo?

-Pues esa parte del pergamino se arruino...

-¡Kagome tonta! ¿Cuándo harás las cosas bien?

-¡Inuyasha! –Estaba a punto de sentarlo cuando una piedra golpeo su cabeza.

-¡Sesshomaru! Desgraciado ¿Por qué me golpeas?

-Mmp

-Bastardo...

-¡Ya lo tengo! –La idea vino a mí con un rayo.

-¿De estas hablando?

-Se como destruir la perla, Kikyo ven conmigo.

-Chicas pero...

-Confía en nosotras Inuyasha. –Nos introdujimos en el bosque a una distancia prudente, resguardaba a Toga contra mi pecho para evitar que el frio del bosque lo enfermara.

-¿Qué tienes en mente Kagome?

-Ya lo veras... -Apreté la perla en mi mano mientras recitaba mi deseo en mi mente "Ella murió por tu causa, devuélvele la vida que le fue arrebatada" La perla comenzó a brillar, seguido se separo de mi manos y se desvaneció convirtiéndose en polvo, el brillante polvo circundó a Kikyo.

Sus mejillas se tornaron rosadas de nuevo y el brillo en sus ojos se incremento, al momento que los brillos desaparecieron pude ver como lloraba con alegría mientras apretaba su mano contra su pecho, ha funcionado.

-Estoy viva... -Me envolvió en un abrazo, con cuidado de no aplastar a Toga.- ¡Espera que le digamos a Inuyasha! ¡Vamos!

-No Kikyo espera... yo no puedo volver.

-Pero Kagome...

-Por favor, despídeme de todos... -No puedo arriesgarme a ver a Sesshomaru, si hablamos yo podría volver a caer.

Es momento de volver a casa.

CONTINUARA...