𓂸𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐰𝐨𝐧 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐒𝐮𝐧𝐠𝐡𝐨𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨.
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•| Está historia no me pertenece es una adaptación creditos a la autora orig...
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Jungwon veía el cielo nublado por la ventana del dormitorio.
Las nubes, de un gris oscuro, anunciaban que pronto estallarían.
Eran nubes de nieve, Jungwon lo sabía.
Una sonrisa se grabó en sus labios, él amaba la nieve.
Sunghoon vió al omega sonreír junto a la ventana, y no pudo evitar hacerlo también.
Su corazón se encogió un poco al pensar que le quedaban pocos días para estar junto a Jungwon.
Como si lo hubiera sentido, Jungwon bajó la vista para mirar su pecho con el ceño fruncido, luego la volvió a alzar para encontrar a Sunghoon, quién estaba bastante sorprendido por eso.
—¿Qué pasa, hyung?
Sunghoon no dijo nada unos segundos, hasta negar con la cabeza.
— Nada, nada...
Sunghoon fue hacia su cama, sentándose en esta le dolían bastante los músculos y algo la cabeza, pensó que debía ser por toda la tensión de ese día. Entre las noticias, Jungwon y su celo, se sentía bastante estresado.
Miró a Jungwon de nuevo, y sintió los párpados pesados.
El sábado era (junto al domingo), los únicos días que no hacía nada más que trabajar su turno en el supermercado, casi siempre los usaba para descansar o hacer tarea de la universidad, pero ese sábado parecía más especial, ya que era el último que tendría a Jungwon acompañándolo, y quería pasar el día junto a él y conocerlo un poco, ya que, por más que sus lobos de quisieran y ya estuvieran a gusto entre ellos, ellos mismos, como personas, eran prácticamente desconocidos.
Un bostezo hizo que mirara la almohada con deseo.
— Jungwon — lo llamó, captando la atención del chico al instante—, voy a dormir un rato, despiértame si necesitas algo.
Jungwon asintió, Sunghoon se quitó algo de ropa para quedar sólo con boxers y la remera, dándole la espalda a todo, mirando a la pared para que no le llegara tanta luz, intentó concentrarse en el olor de Jungwon de las sábanas para tranquilizarse y dormir más rápido.
A punto de caer dormido, escuchó pasos, sintió las sábanas levantarse un momento y el peso sobre esta a sus espaldas.
Se volteó instantáneamente, recibiendo a Jungwon, quién se acurrucó en su pecho.
Las manos de Sunghoon rodearon la cintura de Jungwon instantáneamente, y sin querer, pasaron por debajo de la remera del omega, acariciando su piel en círculos lentos y tranquilos, mientras el omega hundía el rostro en el pecho del mayor.
Sunghoon puedo escuchar cómo la respiración de Jungwon se hace un poco más rápida y errante, llegando a creer escuchar jadeos, cada vez un poco más fuertes, y acallados por el omega, mordiéndose el labio.