Capítulo 33- ¿Otra vez?

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Una voz más alta de los normal los despierta, y en seguida ven a su hija de pie en la puerta que parece que este en shock.

Aitana agarra la sabana sobre su pecho y mira a Luis que también está tapado.

-Después la adolescente soy yo

-Cariño tenemos que hablar contigo

-Os escucho-dice entrando y sentándose en los pies de la cama.

-Mejor vestidos hija, ahora bajamos

Asiente y cierra la puerta tras ella. Y nada más oírla bajar las escaleras estallan a carcajadas los dos.

-Voy a darme una ducha fría

-Pasame antes a Mat que voy a reventar

-No se como puede beber eso aun, está asquerosa

-Serás idiota

-He de confesar que tenía ganas de probarla 

Ella niega desde la cama mientras coloca para la toma a su niño y Luis le hace morritos desde la puerta del baño. Y como no le gusta provocar ni nada deja la puerta del baño bine abierta dejándole plenas vistas a la ducha.

Y Aitana mira a su bebé y suspira. Suspira de felicidad, tranquila, sintiéndose plena.

Cuando por fin bajan, ya vestidos y Luis con Mateo en brazos se encuentran a su hija sentada en la isla de la cocina y también como no a Ester, la que está a punto de explotar.

-Chicas esto parece un interrogatorio

-¿Vais a volver?-dice Ester antes de darle un sorbo a su batido de chocolate-

-Si-contesta Aitana antes de que Luis la rodee por la espalda con el brazo que Mateo le deja libre-

-¿Pero esta vez en serio? Porque sinceramente estoy harta de vosotros

-Claro que si Lu, si hace falta te firmamos un contrato

-Para un contrato casaros-dice Ester bajo la mirada de los demás-

-Pues tienes razón, ¿nos casamos?-le pregunta a Aitana sin más-

Pero Aitana niega y le da un pellizco en el brazo antes de irse al jardín donde las chicas han preparado un pequeño desayuno al sol.

-Papá la has cagado

-Si Luis, sabes perfectamente que por muy moderna que sea el sueño de Aitana es una pedida con anillo precioso, íntima, romántica, una boda de ensueño con su familia y sus amigos, si siempre llora en las bodas Luis

-Bueno nada que no se pueda arreglar, ¿me acompañaís a comprar el anillo el viernes?

-Venga, ya nos iremos el finde a casa de la tia Alicia Mateo y yo, porque la rubia si no ha parido ya a punto estará

-Tienes razón



-¿Seguro que quieres dejar ya de darle el pecho?-le pregunta mientras se pone el pijama desde el vestidor-

-Ya solo toma por la noche y por la mañana y casi no me sale

-Es que es tan bonito veros así-le dice sentándose a su lado en la cama, mirando como su pequeño se queda dormido en el pecho de su madre, enredando sus pequeños deditos en el pelo de esta-

-Si es precioso, pero también agotador, ahora que le sale algún diente hasta me muerde, no se

-Lo que tu veas

-Si tenemos otro ya lo verás más aun que lo has visto con Mat

-¿Otro?

Aitana sonríe y se levanta a dejar a Mateo en su cuna.

-¿Te quieres casar conmigo de verdad?-Le pregunta mientras se pone crema en las piernas-

El la mira desde la cama y siente que lo tiene todo.

-No necesitamos los papeles, ni por religión, pero me encantaría celebrar nuestro amor con nuestra gente, y se que te encantaría

-En realidad ya me he casado una vez y media

-Pero ninguna conmigo

-Quien nos diria cuando nos conocimos que la novia a la fuga iba a estar divorciada antes que el picaflor millonario

-Bueno millonario no soy

-No me digas, entonces no nos casamos-le dice riendo antes de recibir una almohada voladora-

Luis se muere de ganas por preguntarle si ella quiere, pero prefiere esperarse unos días más.

-Mi amor

-Dime-le dice ahora poniendose cacao en los labios frente al espejo-

-Vas a tener que dejarme otra vez mi lado del vestidor libre

-Pues no se como voy a hacer, ¿no te vale con un cuarto?

-Si hombre, tengo poca ropa pero los trajes ocupan

-Bueno ya veremos, ahora abrázame que tengo sueño y estoy rara hoy

-¿No estarás embarazada otra vez?

-Luis en 24 horas no tienes síntomas, pero creo que se me va a acabar el chollo de no tener la regla

-Joer

-Calla ya

Se tumba a su lado y el la rodea con sus brazos, para acariciar su pelo y darle besitos hasta que se quede dormida.


El día en el que la lluvia dejó de arderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora