Aitana se mira en el espejo del ascensor, lleva un vestido rojo, hoy de una tela fina de vuelo, de tirantes, el pelo suelto con ondas y los labios rojos. Y no va a negar que esta nerviosa por la comida de Luis con su hija.
Al entrar a su despacho casi le da algo al ver a Luis ahí esperándole.
-Joder
-Nunca hay nadie aqui, si estaba con llave
-Soy el jefe, y como jefe te mando subir un ratito a la azotea antes de empezar a trabajar
-Ah, me va bien, señor Cepeda
-Señorito, no estoy casado señora Ocaña
-Vuelve a llamarme señora que te parto la boca
-Venga tira pa arriba
Aitana sonríe y le hace caso. Y en dos minutos están sentados en su colchón, con un cigarro cada uno y mirando Madrid despertar.
-Estoy nervioso
-Lo estoy hasta yo
-Me he hecho tantas ilusiones que...
-Yo también me las haría, congeniasteis bien
-¿Si?
-Si-le dice apoyando su mano en su pierna-
Están tan cerca que sus respiraciones no llevan un ritmo normal.
Pero Aitana se levanta y se acerca a la barandilla.
-Aitana
-Que
-Joder que me muero de ganas de besarte cada vez que te tengo tan cerca
-Ni siquiera te atreves a abrazarme, pero quieres comerme la boca
-Te quiero a ti
Aitana se da la vuelta para mirarlo y se lo encuentra demasiado cerca.
-Luis yo-le dice en voz muy bajita cuando el se acerca y pone sus manos en su cintura. Aunque de repente pasan a su culo- No me hagas esto
-Aun no lo he hecho-le dice con la voz ronca rozando su nariz con la de ella-
Y sin pensarselo mas ataca sus labios, bruscamente, pasando a ser mas delicado en seguida, mas dulce.
Se miran con las respiraciones agitadas y Aitana se aferra a su cuello para volver a atraerlo hacia ella y volver a juntar sus labios.
Se separan por fin y Aitana se arregla el vestido y el pintalabios como puede. Nerviosa.
-Estoy casada
-Pues creo que muy feliz no eres
-No, no lo soy, pero es lo que hay, no puedes volver y poner mi vida patas arriba
-Te quiero-le dice con una sonrisa-
-Eres un idiota
-Un idiota que daría su vida por ti
-Un día me tuviste, pero eso no va a volver a pasar, somos los padres de Lucia, ya esta
-Vale, a ver si aguantas
-No te soporto-le dice cerrándole la puerta en los morros.
Por la tarde Aitana acaba de organizar unos bocetos antes de irse a casa, Lucia le ha dicho que se iba con Luis al cine. Y no sabe si le alegra o le asusta lo rápido que van.
ESTÁS LEYENDO
El día en el que la lluvia dejó de arder
FanfictionHace doce años todo iba bien, hace doce años eran una familia, ahora ella es otra persona, esta casada, tiene una hija, su hija. Lo que no se espera es lo que la misma noche de su 40 cumpleaños pasaría, poniendo su mundo patas arriba, dandole respue...