El día en el que la lluvia dejó de arder

Capítulo 23- Funfunfun

Echa el ColaCao en su taza mientras las tortitas se acaban de hacer y llama a su hija para que baje de una vez, el último día antes de las vacaciones y como siempre con prisas con ella.

-Mamá, quería comentarte una cosita

-A ver

-No quiero que papá pase solo las fiestas

-Pues tu te vienes a Barcelona ya puedes decir misa, a tu padre ya lo ves todos los días, a tus abuelos no, si las pasa solo su culpa será, que llame a su hermana que ni se ha dignado a verla, con lo bien que se portó conmigo cuando desapareció

-Bueno eso es cosa suya, o me dejas invitarlo a Barcelona o me quedo aquí, y que sepas que el no sabe nada de esto

-Lucia no me toques los ovarios

-Piensatelo, el año pasado ya estuvo en Barcelona, se vuelve a llevar bien con los abuelos y todos, no creo que haya hecho nada tan grave como para querer que pase las navidades solo

-Ya lo invitará Ester a la comida de reyes de todos los años

-Mamá hablo en serio, piénsatelo

-Vale

Nada más llegar al trabajo va directa al despacho de Cepeda, llevan estas últimas dos semanas un poco tensos, hablando en la máquina del café si había novedades del bebé o de las notas de Lucia, pero Eda barrera que se había derribado de un plumazo parece haber vuelto a subir.

-Puedes venir a Barcelona con nosotras, pero que sepas que lo hago por nuestra hija, conduces tu, mañana a las 12 nos pasas a buscar

-Gracias, allí estaré

Sale y suspira. No le hace ninguna gracia, pero tampoco quiere hacerles eso, a ninguno de los dos, al final lo que le dijo lo está cumpliendo, le pregunta todo, casi demasiado el pobre, aunque bueno nunca está de más, ella también le informa de todo lo relativo a Lucia.

Y al día siguiente tal y como dijeron Luis las espera con su nuevo coche en la puerta, en vez de su deportivo un monobolumen.

-Anda

-No ibas a ir comoda en ese coche con la barriga

-Que detalle

Sube las maletas al coche y mientras ella entra a meterle prisa a su hija, como siempre. Baja en pijama y con un moño, según ella muchas horas de coche como para ir arreglada.

Y su madre ya no dice nada, se mira al espejo y se pone cacao en los labios, se aprieta más la coleta y se arregla el vestido de punto gris. Lista.

La hacen sentarse de copiloto, y Luis intenta relajar el ambiente poniendo música de la que solían cantar, pero no le mueven ni un pelo, por lo que Luis y Lucía también paran de cantar y ponen la radio.

-Para en cuanto puedas

-¿Ya?Solo llevamos una hora

-Estoy embarazada si te parece me pongo un pañal

-Perdón, en nada hay una gasolinera

Un viaje un tanto incomodo, más con Lucia dormida, y unas 6 paradas después llegan a Barcelona.

Hoy es noche buena y tienen unas pocas horas para prepararse. La verdad que Aitana estaba deseando ver a sus padres y a sus tíos que vendrán a cenar, y a Luis lo han acogido como el año pasado.

-¿Y que tal con Luis?-le pregunta Belen mientras le ayuda a organizar su ropa-

-Pues mal mama, no quiero saber nada de el, ni el de mi supongo