Bleiz Feral

9. Niebla

Terminamos con el auto de Chris, él limpiaba sus manos llenas de grasa con un paño polvoriento, yo guardaba las herramientas en su respectivo lugar: colgaba las llaves por tamaño, después de limpiarlas. Era una tarde tranquila, el clima era agradable y el vecindario estaba animado. Chris vivía en la zona sur de Montgomery, el área no era la más bonita a la vista, había un pequeño parque con una fuente que hace años había dejado de funcionar, y también había un castillo de juegos para los niños del lugar. Su casa era considerablemente grande para solo tres personas, de pequeños era nuestro lugar favorito para jugar al escondite, el estudio de su padre era, de entre todas las habitaciones de la casa, nuestra base secreta.

Su padre era un buen hombre, un amado esposo, padre y héroe local, había sido bombero, líder de bomberos, y era una celebridad local, Chris estaba fascinado cuando durante el desfile en conmemoración a la fundación del pueblo, habían nombrado a su padre como el "héroe de Montgomery". Realmente no dejó de hablar sobre eso durante meses, su principal orgullo era su padre, y su meta era llegar a ser igual que él, se desvío demasiado rápido del camino, y terminó olvidando ese sueño. Su padre murió a causa de una severa intoxicación, gran parte del bosque se vio envuelto en llamas durante un verano aún no tan lejano, el incendio fue controlado a duras penas, pero dos hombres del cuerpo de bomberos murieron esa noche, uno de ellos fue el padre de Chris. Fue difícil para el pueblo, para el equipo de bomberos, y para su familia. Su madre jamás se dejó afligir, siempre se mostró fuerte frente a todos los demás, desde que tengo memoria ella es la única encargada de la biblioteca pública, un lugar solitario y frío, con olor a madera vieja y a incienso de Vainilla. Eran buenas personas.

— Eran de mi padre —. Me dijo Chris desde su lugar, al ver cómo terminaba de entender las viejas y por lo tanto, borradas letras sobre la caja de herramientas sobre la mesa. — mi madre se las regalo en un aniversario.

— ¿En un aniversario?

— Si, hahaha... ella no es buena eligiendo regalos. — me lanzó el trapo sucio con el que limpio sus manos antes. — tus anteojos están sucios.

— Lo sé, puedo verlo — los limpie con el mismo trapo, lo cual fue una pésima idea.

Un automóvil que ahora podía reconocer, estacionó frente a la casa de Chris. Segundos más tarde Bosco bajó, seguido por Stellan que corrió emocionado hacia donde nos encontrábamos aún.

— ¿Qué es eso? — señaló unas llaves Allen. — Oh! Y ¿eso de allá? — su dedo apuntaba hacia un berbiqui viejo y oxidado. — Hey chicos, ¿Cómo se llama eso de allá? — ahora señalaba una barrena.

— Lo lamento, íbamos de camino al bar de Silas, pero Stellan quiso pasar a saludar. — se disculpo Bosco.

— Oh déjalo, el chico parece entusiasmado. — dijo divertido Chris.

— ¿Silas? — pregunté.

— Si, Stellan insistió en conocerlo, y él dijo que no había problema. — Bosco observaba el lugar con curiosidad. Atendió su celular segundos después.

Chris parecía bastante entusiasmado con la idea de describir, explicar y mostrar cada sección del pequeño taller de su padre que había montado en su garage a Stellan. Ambos se perdieron en una interminable lluvia de preguntas y descripciones.

— Era Roger, debo regresar a casa y atender un asunto. — Bosco volvía a entrar al garage, y guardaba su celular.

— ¿Debemos volver? — Stellan con dos llaves inglesas, una en cada mano, preguntó desanimado desde la parte trasera del taller.

— Si no es algo importante podrías dejarlo aquí, te lo cuidaremos y así atiendes lo que sea que debas hacer. — sugirió Chris, y lo odie y ame por hacerlo.