My Lady.

V

Paseaba por mi habitación recorriendo los lados de la cama una y otra vez, se había ido, pero no me había abandonado, estaba segura de que regresaría.

Miraba al pequeño Valentín postrado sobre la cabecera de la cama y sonreí, yo era su protectora ahora, como Jorge lo es de mí.

†
Llegué a la plaza posterior, un paso más y saldría del reino, un paso más y me iría a Geolis, un paso más y me alejaría de lo único que he conocido por hogar.

Suspiré y me giré, ahí estaba el general Steven, Zake, Moulin y lo que creo es el joven Marcus, era un poco más bajo que yo, parecía más delgado y mucho más joven que yo, pero no pondrían a cualquier caballero para la seguridad de Ana, así que me tranquilice.

-Joven aprendiz, ¿Listo estás? - Moulin se acercó con esa particular forma de caminar, arrastrando el pie derecho y apoyando el peso en su bastón.

-Por supuesto, maestro.- Metí mis manos en las mangas de mi túnica y me incliné en reverencia.

-Estoy orgulloso de ti, aprendiz.- Los ojos de mi maestro y general se aperlaron un poco, no debíamos sentir apegos pero, tenemos emociones y a veces es imposible ocultar, yo mismo sentía un nudo doloroso de la garganta a la boca del estómago.

-Este joven, Marcus es y el caballero suplente, también es.- Moulin golpeó delicadamente el torso del joven con su bastón.

-Hola... ca- capitán Jorge.- Sin duda es un título al que me costará acostumbrarme.

-Caballero Marcus, me alegra finalmente conocerlo. He dejado un reporte detallado de lo que se debe saber sobre la princesa, en la sala del comité. - Expliqué.

-Se lo agradezco, capitán.- Sonrió el joven, parecía no haber ningún problema con él, espero que mi pequeña Ana conecte con él...

-El general Zake tu compañero será, aprendiz.- Moulin señaló, no me entusiasmada juntarme a trabajar con él... pero podría el mejor esfuerzo de mi parte, solo asentí.

-Bien, es hora de la partida Jorge, los caballos nos esperan, nos llevarán al puerto.- Zake mencionó y caminó hacía los caballos ya encillandos detrás de nosotros.

-En cuanto me sea posible mi informe estará en sus mesas.- Me incliné una vez más a mis maestros y a Marcus, ellos asintieron y fuí detrás del general Zake.

†
Habían pasado dos semanas desde que Jorge fue enviado a Geolis, el general Steven me dijo que tardaría otras dos semanas más en llegar allá, estaba bastante ansiosa por recibir ya una carta de él.

Mi ánimo estaba bien gracias a Valentín, me recordaba que debía estar bien por él, que debía estar en paz aunque estaba haciendo un esfuerzo sumamente grande.

Marcus era bastante fastidioso, le gustaba acompañarme a la clase de cocina en especial, solamente para mirar a las doncellas, no me dejaba respirar ni un solo momento, es bastante insistente, extraño tanto a Jorge...

No había toque bizarro, no estaba ahí parado en el marco de la puerta hasta que me arropará, no estaba meditando en la chimenea de la cocina, no estaba ayudándome a subir en Dominic, no estaba ahí para consolarme, no estaba conmigo para escabullirnos al hueco, no estaba mi caballero... las lágrimas cayeron en mi regazo mientras trataba de leer un viejo libro de cálculos y números.

-¡Ana! ¡Ana!- Marcus tenía el gran talento de aparecerse en los momentos menos agradables, es un mal hechicero, me levanté y seque mis lágrimas rápidamente.

-¿Que quieres Marcus?- Apenas abrí la puerta, obviamente él no estaba invitado a pasar a mis aposentos.

-Tengo algo para ti.- Hasta extrañaba esa manera en la me hablaba Jorge... de usted.