Summary: Dejando de lado el hecho de que mi traidor sobrino trata de quitarme a la chica de mis sueños, ¿qué podría hacer para dar un paso sin lastimarlo?
Portada hecha por: @KatuSegura1
Me encanto. Muchísimas gracias!!! Es de mis portadas favoritas...
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—¡Ah, ahí estás, Félix! ¡Me tenías muy preocupado! —pude ver el destello de enojo en los ojos de Félix. Supongo que sabía cuán falso sonaba. Ya podría decir lo mismo de él.
Pude sentir mi ceja arqueándose mientras lo veía aferrándose aún más a Marinette; el brillo en sus ojos me decía que él tendría mejor oportunidad que yo ya que él era más pequeño.
Marinette me miró y de inmediato estuve agradecido de que me haya recordado. Sentí mariposas revoloteando en mi estómago, me sentía tan nervioso. Pero el momento fue interrumpido cuando quise señalar y reírme de Félix porque lucía tan confundido. Oh sí, la mesa giró a mi favor, sobrinito.
—¿Adrien...? —preguntó y pude jurar que escuché un pequeño tartamudeo antes de que dijera mi nombre. Félix alzó la mirada entre nosotros, su expresión era impagable y desconcertada. Si pudiera reírme como loco sin atraer atención de todos en el parque, lo haría.
«Tranquilo, Adrien.»
—Ah, Marinette, ¿verdad?
Sus cejas se fruncieron un poco, y supe que había jodido las cosas. Quizá piensa que apenas recuerdo esa noche hace meses. «¿Tenía que incluir lo de verdad? ¿Cierto? ¿Por qué no pude solo decir 'Ah, hey Marinette. Tanto tiempo sin verte. Te extrañé. »
—S-sí... —apartó la mirada, riendo nerviosamente. —Tu sobrino ha estado buscándote. Espero que no te hayas preocupado mucho. Vino aquí hace poco, y me dijo que estaba perdido. — Dijo, poniéndose de pie, cargando a Félix.
—Oh, sí. Lamento si te causó problemas, —dije, mirando a Félix, como si le advirtiera que no estropeara las cosas para mí – aunque no es como que si eso hiciera que el niño aceptara órdenes de nadie. Ahí se iban mis 5 euros.
—¿De qué hablas, Tío Adrien? ¡Tú me dejaste! —Dijo mientras Marinette lo bajaba.
«¡Voy a lanzar a este enano al jodido árbol! »
Mis dedos temblaron, ansiando apretar algo, algo como su pequeño cuello. Necesito destrozar algo.
—Creo que es mejor que vayas con tu tío, Félix. —Marinette dijo dándole a Félix esa bonita sonrisa.
Cielos, desearía que me sonriera así otra vez.
—¿Volveré a verte? —Félix preguntó, dándole a Marinette uno de sus endemoniados pucheros. —¡Por favor~ por favor, ven con nosotros o al menos dame tu número de celular para que podamos hablar!
«¡¿Tenía 7 malditos años y ya pedía números?! ¡No! ¡No seas ingenua, Marinette! ¡¿Quién demonios se cree que es?! ¡Argh! »
Pero... Debía reconocer que estaba del lado de Félix y esperaba que Marinette le diera alguna pista de dónde podríamos volver a encontrarla.
