Summary: Dejando de lado el hecho de que mi traidor sobrino trata de quitarme a la chica de mis sueños, ¿qué podría hacer para dar un paso sin lastimarlo?
Portada hecha por: @KatuSegura1
Me encanto. Muchísimas gracias!!! Es de mis portadas favoritas...
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Durante el camino a la casa de sus padres, vi a Félix mirando por la ventana. El silencio me mataba y decidí que debía empezar una conversación.
—Y... Félix, —empecé, mirando por el espejo retrovisor viendo a Félix aun mirando por la ventana. Suspiré. No podía regresarlo a mi casa porque sus padres enloquecerían. —Tú...— cielos, no puedo creer que vaya a decir esto. —¿Quieres venir mañana?
Félix de súbito me miró sorprendido, y pude escucharlo raspar la abertura del recipiente. Sabía que él sabía qué día era mañana. Pero, oh, el ingenuo yo siguió cayendo por esa mirada larga en su rostro — había una razón por la cual tenía un sobrino consentido. Era como que siempre tenía lo que quisiera.
—Princesa dijo que mañana era un día especial, —murmuró suavemente, mirando el recipiente frente a él.
—Bueno, sí, —asentí. —Pero igual puedes venir a jugar si quieres, —dije, ya sin importarme mucho lo del aniversario. No era como que Marinette fuera a objetar de todos modos, y tampoco es como que fuera un aniversario de bodas.
Seguimos sentados ahí, Félix no hablaba y yo solo manejaba. No sé por qué Félix no tomó la oferta, pero aun así, seguí esperando su respuesta. Tan pronto como aparqué en su garaje, apagué el motor y abrí mi cinturón.
—¿Tienes todas tus cosas? —volví a preguntar, solo para volver a verificar, y Félix asintió. Tomé uno de sus muñecos y su recipiente. Cerré la puerta del auto, lo tomé de la mano y ambos caminamos hacia la puerta de la casa.
—No, así está bien...
—¿Huh?
—No quiero ir mañana.
Estaba desconcertado.
—¿A qué te refieres? —pregunté confundido.
—Regresaré luego. —Dijo, jalando mi mano al estar más cerca de la puerta.
Lo seguí inquieto, aun tratando de darle sentido a lo que dijo.
Eso quería decir...
—¡FÉLIX!
La puerta se abrió y ahí estaba una muy preocupada Chloé, saliendo apresurada y cargando a Félix. Sonreí entretenido y vi a Luka recargado en la puerta, luciendo nada complacido.
Oops.
Y eso que traté de conducir lo más rápido posible. Chloé ya estaba yendo a la casa, murmurando algo sobre bañar a Félix y nada de pudding de tapioca antes de ir a la cama.
Lentamente caminé hacia Luka y le di el muñeco de Félix, Luka lo aceptó a regañadientes. Arqueé la ceja preocupado y él viró los ojos y miró a otro lado.
—Gracias por traer a Félix a casa.
—No hay problema.
—Y uh... Por cierto, lo que escuchaste al teléf.- —empezó a hablar, pero le interrumpí.
