─── ∙ ~εïз El sacrificio de Félix 2 εïз~ ∙ ───

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Odiaba

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Odiaba... Odiaba y amaba eso de él. Y la simpatía que tenía por Marinette me daba miedo.

Pero si tanto quería a Marinette, ¿por qué no venía y me la quitaba? No era tan inteligente como yo a mi edad pero ahora... Lo era, era más inteligente, más grande, más atractivo, y a Marinette también le gustaba eso, entonces ¿cuál era el problema? ¿O solo hacía lo que siempre hacía? ¿Dejarme tener lo que yo quería?

De alguna forma tuve otra sensación de déjà vu. ¿Mi tío Adrien estaba haciendo lo usual, lanzando la toalla como en cada juego que jugábamos?

«No lo entiendo...»

Lo odiaba por ser tan bueno conmigo, por ser tan bueno con los que le importaban. Lo odiaba por ser el mejor tío del mundo, y me odiaba a mí mismo por hacer lo opuesto de lo que él hacía por mí. Pudo haberme encerrado en el baño o el sótano y quedarse con Marinette si quería, pero no. Hubo incontables veces en las que los interrumpí y aun cuando veía el enojo y frustración en sus ojos, oh sí, podía ver cómo se imaginaba zarandeando mi cuerpo y lanzándolo a la pared. Pero nunca lo hizo. Ni siquiera interrumpía mis conversaciones con ella.

Siempre me pregunté cuándo se le acabaría la paciencia.

Siempre traté de presionar sus puntos para que retrocediera, pero no. Desafortunadamente para mí, supongo que al tratar de quitarle a Marinette, su madurez solo hizo que ella se acercara más a él.

Mis dedos se aferraron más contra el vaso, y me incliné en el gentil roce de Marinette. Iba a decirle que no iba a dejar que nada malo le pasara en tanto viviera. Quizá si me cuido más, creceré y seré más fuerte que mi tío Adrien.

Mi corazón se apretó ante la expresión ensoñadora de Marinette...

«No me digas que él también te gusta...»

—Princesa, —dije adorablemente, mirando el bonito rostro de Marinette. Mi corazón se hundió cuando no me hizo caso. No...—P-Princesa... —susurré suavemente, asegurándome de sonar como si estuviera sintiendo dolor. Pareció hacer el truco ya que bajó la mirada, luciendo preocupada, como siempre, dándome toda su atención.

—¿Qué pasa, Félix? —preguntó, sin dejar de acariciar mi cabello. Nunca podría cansarme de esto y no había forma en la que renunciaría. Amo a mi tío, y aun cuando fuera el mejor candidato para Marinette ahora mismo, no podía dejarla ir...

«¿Verdad? »

—Terminé mi leche, —hice un puchero estirando el vaso vacío hacia ella.

—¡Ah, ok! ¿Quieres un poco más? —preguntó, sonriéndome, y de inmediato negué.

¡Ja! Como si le daría la oportunidad de ver a mi tío otra vez, y Dios sabe lo que haría mientras yo esperaba a que mi Princesa regresara. Moví la cabeza tan rápido que me sentí algo mareado.

Me vs Him (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora