𝗙𝗲𝗲𝗹𝗶𝗻𝗴𝘀 | Jace Norman & Tú

CINCUENTA Y OCHO

________________ POV'S

--¿Qué rayos pasa contigo? --Pregunté a Aidan, luego de caer junto a él

--Dijiste que esto no era gracioso para mí, ahora lo es --Rascó su cuello, apartando su vista de mí

--Bien. Sólo por eso, ya no voy a enseñarte --Respondí, levantándome del suelo --Alcánzame si puedes --Sonreí, empezando a alejarme de él

Dirigí mi vista hacia atrás, y él ni siquiera estaba siguiéndome. Se encontraba aún en el suelo, su mirada estaba seria o tal vez apagada; sólo me observaba alejarme.

--¡¿No vienes?! --Me detuve, dando media vuelta para poder verlo

Él formó una pequeña sonrisa en sus labios y asintió con la cabeza.

[...]

Luego de un par de horas, nos encontrábamos saliendo del lugar. Caminamos hasta donde estaba el auto de Noah, y subimos a el.

Como era de esperarse, Noah conducía, mientras Aidan y yo íbamos sentados en la parte de atrás.

Su casa era la que estaba un poco más cerca, entonces sería el primero al que Noah pasara dejando.

[...]

En el camino, Aidan estaba bastante callado. Noah y yo hablábamos, y él sólo asentía con la cabeza o decía un par de palabras, sin dirigir su mirada hacia nosotros.

Era extraño, pero ya estaba así desde antes de salir del lugar.

No quería entrometerme en lo que sea que le pasaba; no porque no me importara, sino porque no quería obligarlo a hablar de algo que tal vez él  no quería.

Dirigí mi vista hacia el frente, y Noah estaba observándome por el espejo. Inclinó su cabeza señalando a Aidan, como forma de decirme que hablara con él.

Negué sutilmente con la cabeza, y dirigí mi vista hacia la ventana del auto.

Pasaron unos segundos, y regresé mi vista hacia el frente. Noah aún me estaba observando. Cerré los ojos de golpe, cediendo a su petición. Incliné mi cabeza hacia Aidan para poder hablarle.

--¿Pasa algo? --Pregunté en tono bajo

Él dejó de ver por la ventana y giró su cabeza en dirección a mí.

--Ah... no, no pasa nada --Sonrió, negando levemente con la cabeza

--Claro que sí, estás raro desde que estábamos patinando. ¿Fue porque ya no quise enseñarte ó algo asi? --Reí

--No --Rió levemente --Sólo... estoy cansado, eso es todo.

--No me parece que sea todo. Sabes que puedes decirme lo que sea --.

--En serio, estoy bien. Y... siempre he sido raro, así que no tienes nada de que preocuparte --.

--Sabes que no es a lo que me refiero --Empecé a reír --Hablo de que... generalmente estás muy feliz, insististe en hacerme salir de casa para que me divirtiera y lo conseguiste. A pesar de que el patinaje no es lo tuyo, la estábamos pasando bien. ¿Qué ocurrió después?.