No Quiero Dejarte Solo {Sluff}

{5}

Duff fue llevado a casa de Axl cuando este último había salido en la tarde. El rubio estaba siendo cargado por Slash, al menos este trataba. Mientras, miraba su fino rostro, sus ojos estaban cerrados y a veces soltaba unos quejidos de dolor.

Más hermoso no podía ser, tan perfecto. Sus golpes eran varios, pero eso no impedía que su belleza se notase. El moreno quedó perdido, pero eso no podía ser. Como si a él le gustaran los hombres.

- No... Eres mi mejor amigo. -Pensó, sin embargo, no pudo despegar sus oscuros ojos de él.

- U-Uuh, ugh... -Se removió en brazos del chico, dejando caer su cabeza en su pecho. Luego, despacio, abrió sus ojos para alzarlos y ver al menor-. T-Todo, me duele todo el maldito cuerpo...

- Para tu suerte ya llegamos. -Comentó Axl buscando sus llaves.

El rizado llevaba la compresa guardada, ya que Duff había estado inconsciente como para llevarla. Así que, una vez dentro los tres, el pelirrojo ofreció su habitación para dejar al más alto ahí, cosa que hicieron.

Lo recostó con delicadeza en la cama, como si de un cristal se tratase. Hicieron contacto visual durante unos segundos, después el menor sacó de su mochila la compresa.

- Le falta enfríar un poco más... Pero por el momento estará bien. -La acercó al lindo rostro de McKagan, empezando a poner en algunas zonas, sacando este último quejidos a la vez. Axl, por mientras, fue por alcohol y algunas cosas más para curar a su amigo.

- Sabes, a veces odio a esos chicos. -Murmuró el rubio con sus ojos cerrados.

- ¿A veces? -Alzó una ceja con una pequeña sonrisa, tratando de ser gentil con cada toque.

- Bueno... -Sonrió también y abrió sus ojos de nuevo para rodarlos-. Pero, hablando en serio, de veras que los detesto.

- Nunca supe... ¿Por qué empezaron a hacerte tanto daño?

- Tal vez porque serán idiotas. No sé, viejo... Simplemente sucedió. -Encogiéndose de hombros, volvió a rodar sus ojitos.

- Sabes que estoy aquí para ayudarte. Mira, lo estoy haciendo ahora -Volvió a sonreír y bajó la compresa-. Eh, ¿Puedo?

- Adelante -Dijo Duff tranquilo. Slash se dispuso a levantarle un poco la camiseta, dejando ver su perfecto pero maltratado abdomen, para luego seguir poniendo la compresa por algunas partes, manteniendo presión cada cierto tiempo. El chico de las esmeraldas suspiró y siguió-. Una de mis exs me engañó incluso con el estúpido de ese rubio, ehh... ¿Cómo es que llama, Vince?

- ¿Ese no mató a aquel chico Nicholas?

- ¡Cállate, viejo, no! -Le dio un golpe en el hombro, a lo que el moreno se quejó-. S-Solo, solo fue un accidente, espero...

- ¡Auch! Bien, bien, lo siento. -Suspiró siguiendo con lo de antes.

- Cómo sea, mi punto es... Nikki fue a la misma secundaria que yo y, era un buen chico desde que tengo memoria. Ahora que Tommy está con él, ha cambiado tanto... Antes no lo veía drogándose en los pasillos o acosando a chicas.

- Bueno, honestamente, Thomas me vale una mierda, él y su vida. Solo me importas tú -Quitó la compresa una vez que terminó y la dejó de lado-. Mira, amigo, yo...

- Bien, encontré esto. Espero que ayude. -Interrumpió Axl al entrar en la habitación, con algunos algodones en bolsa y una botella de alcohol etílico.

- Oh, gracias, viejo. -Le dirigió la mirada al ojiazul e intercambiaron sonrisitas.

- ¿Puedo hacerlo yo? De paso, llévate esto -Sugirió el menor, para después ofrecerle la compresa al contrario.

- ¿Y esto para...?

- Solo métela en el congelador. -Dijo con simpleza y se sentó en el borde de la cama, posteriormente tomando las cosas que trajo el ojiazul. Este último asintió y volvió a irse.

- Uhm, ¿Ibas a decirme algo? -Habló el ojiverde ahora, ladeando su cabeza, mientras miraba como el chico de ricitos sacaba un algodón y vertía alcohol en este.

- Ah, cierto, ehm... -El rubio se sentó para que su compañero pudiera curarlo mejor-. Mira, Duff... Eres el mejor chico que he conocido. Fuiste el primero en llegar a mi vida y, no pensé en sentir amor, ni creí que lo sentiría, pero tú me hiciste hacerlo, y porque simplemente estés en mi vida, ya soy feliz... ¿Quieres ser mi pareja en el baile? -Cerró con fuerza sus ojos luego de decir eso y puso de la misma manera un algodón en una de las heridas.

El contrario abrió más sus ojos de la impresión. Justo cuando iba a responder, un chillido alto salió de sus labios cuando sintió el alcohol quemar su piel.

- ¡Idiota, arde! -Tomó una almohada y se la tiró encima, cayendo la botella y los algodones al suelo. Obviamente, el líquido se empezó a derramar.

- ¡Mierda, Duff, mira lo que hiciste!

- ¡Maldito negro infeliz, me quemaste mi precioso rostro! -Empezó a darle almohadazos y Saul dejó escapar risas mientras se cubría con sus brazos.

- ¡Bien, de acuerdo, lo siento! -El de ojos verdes paró minutos después y lo miró fingiendo molestia, pero solo lo hacía ver aún más adorable de lo que ya era.

Ya más calmados los dos, el menor lo miró fijamente y tomó tembloroso sus manos.

- Entonces... ¿V-Vendrás conmigo?

- Mhmm... No lo sé, hiciste que mi mejilla me ardiera y...

- ¡Maldita sea, ya supéralo! -Rieron ambos y Duff le abrazó con fuerza su cuello con sus brazos.

- Está bien, iré, pero solo porque eres el mejor amigo que tengo.

El moreno correspondió segundos después y puso su mentón sobre el hombro contrario.

- Solo amigos... -Susurró para cerrar sus ojos después.