No Quiero Dejarte Solo {Sluff}

{6}

— Combato monstruos, no me van a conmover. ¡Aquí podría yo tener un hogar! —Cantaba el pequeño rubio mientras miraba el televisor, con su cuerpo al revés sobre la cama, sus ojos miraban hacia atrás donde estaba la pantalla.

Pudo sentir como de repente su teléfono empezaba a vibrar en la cama, así que lo tomó, dejando ver el contacto agendado como "Duffles ❤".

— ¿Hola? —Contestó el ojiazul de manera suave, aunque luego terminó alejando el celular de su oído al escuchar como el rubio contrario empezaba a chillarle.

— ¡Stev, viejo! ¡¿Adivina qué?! ¡Saul me invitó al baile, al jodido baile! ¿Debería ponerme algo de maquillaje? Bueno, eso es obvio que lo haré, quiero que mi rostro se vea bien. Debería llevar algo de joyería, ¿No? ¡Ooh, y el traje! ¿Qué te parece negro? ¡No, mejor blanco! Y, tal vez... —Hablaba el de ojos verdes sin parar, mientras rodaba en su cama.

— ¡D-Duff, cálmate! Estoy... —Miró el televisor nuevamente—. O-Ocupado.

— Steven, tú solo sabes tocar la batería y ser tierno, ¿Qué más estarías haciendo?

— Estoy, eh... ¡C-Cocinando, sí! —Luego de decir aquello, rio algo nervioso.

— No escucho nada, tal vez sea este asqueroso internet.

— ¡N-No, sí lo hago! —Comenzó a hacer ruidos con su boca, obviamente nada creíbles—. ¡O-Oh, no, mi casa está en llamas! ¡Lo siento, te llamo luego porque me estoy quemando, adiós!

— ¿Qué? ¡Cómo vayas a cortarme...! —Colgó antes de que el contrario terminase.

Rodó con una sonrisa sus ojos y volvió a mirar la pantalla como antes, notándose que habría un maratón de aquella serie, pero escuchó como tocaban la puerta momentos después. Bajó las escaleras rápido y con curiosidad, pues no esperaba una visita, así que abrió una vez frente a la entrada.

— ¡Oh, Izzy!

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— Creo que debería vestirme como una estrella de rock ochentero, ¿Qué dices? —Comentó Duff sentado en su cama, mirando atento sus uñas pintadas de negro y con un par de brillos encima.

— Es baile formal, no junta de putas —Dijo ahora Axl mientras caminaba por la habitación—. Bien, déjame ver qué tienes... —Axl podía mirar en el interior del armario diversas prendas, también varios accesorios para el cabello y la ropa. También algunos productos para la cara y la piel, y demás. Duff se quedó pensativo hasta que su mente se iluminó y se levantó para buscar algo en específico.

— ¡Espera! Creo que tengo algo por... —Segundos después tomó una bella prende entre sus manos con una amplia sonrisa—. ¡Aquí!

Se dejó ver un atuendo completo y todo de color negro, el cual consistía en una camiseta de botones, unos jeans ajustados y una chaqueta lujosa por encima. Esta última llevaba una pequeña flor blanca como adorno en la parte izquierda del pecho.

— Duff... ¡Es hermoso! Sí que dejarás a Slash boquiabierto, ¿Eh? —Le dio un pequeño codazo, en forma de juego, cosa que hizo reír al más alto.

— Gracias, eso espero... Aunque no creo verme mejor que él. —Comentó dejándose llevar un momento por sus ilusiones, logrando imaginar en su cabeza la forma en la que Hudson iría al baile.

~•~•~•~•

— ¡Basta, me haces cosquillas! —El menor chillaba entre risas, pataleando y tratando de quitar al azabache de encima. Este sonreía levemente al ver sus reacciones, le parecía algo muy tierno.

— Bien, pero solo porque me das pena. —Bromeó deteniendo sus acciones.

— ¡Oye, eso es cruel! —Se sentó en cuanto se alejó e hizo un gesto en el cual fingía enojo.

— Ya, Stev, no te enojes conmigo. —Manteniendo su sonrisa, le dio unas cuantas caricias en la cabeza.

— Bien, no me enojo... —Alzó sus ojos y luego se abalanzó para abrazarlo con fuerza del cuello, quedando ahora el rubio sobre el azabache—. ¡Te perdono, Whiz!

El mencionado llevó sus manos hasta su cintura para abrazarlo también, suspirando.

— ¿Ya tienes pareja para el baile?

— Nop, ¿Y tú? —Popcorn alzó curioso una ceja.

— No... —Volvió a suspirar con suavidad—. Supongo que estaremos solos en las gradas, contigo bebiendo jugo de uva —Sonrió nuevamente y una vez más, intercambiaron posiciones, sacándole risitas al ojiazul.

— ¡Bien, tú ganas! Solos será. —Alzó su mirada para verlo fijamente y le plantó un beso en la mejilla.

— De acuerdo... ¡Ahora sufre! —Sus manos llegaron hasta el abdomen del pequeño, comenzando a hacerle cosquillas de nueva cuenta, y con el contrario riendo con tenura a la vez que trataba de alejarse. Siempre era lindo cada que Izzy estaba con él.