No Quiero Dejarte Solo {Sluff}

{9}

— Álgebra lineal, ¿Qué es?

— Es l-la...

— Es una de... —Le ayudó Slash, mirando el libro entre sus manos.

— U-Una de las... ¿P-Proporciones? —Dijo Duff con lo primero que se le vino a la cabeza, con el moreno dándole una mirada bastante confusa.

— A ver, Duff... Es una rama de las matemáticas que estudia conceptos tales como vectores, matrices, espacio dual, sistemas de ecuaciones lineales y en su enfoque de manera más formal, espacios vectoriales y sus transformaciones lineales —Leyó la definición mientras caminaba despacio de un lado a otro, luego alzó la mirada en dirección al más alto—. Creí que al menos habías estudiado un poco.

— Lo hice, pero esa misma noche tomé vodka y... Ya sabes. —Se encogió de hombros.

— Al menos dime que te aprendiste algo —El rubio pensó, y despacio, negó con su cabeza. Con un pesado suspiro saliendo de sus gruesos labios, Saul puso una de sus manos sobre su propia frente—. Estás jodido.

— ¡Lo sé, mierda! —Ahora McKagan fue quien suspiró en el mismo tono. Rendido, se echó boca abajo en la cama, con su rostro en la almohada y emitiendo sonidos de lloriqueos.

Slash fue a sentarse en el borde para verlo. Algo que hacía siempre, no solo para animarlo sino porque también le gustaba hacerlo, era tomar con delicadeza su mano para dejar un dulce beso en el dorso de esta. Y así lo hizo.

Duff realmente sí tenía sus ojos cristalizados. Levantó su cabeza para ver al rizado luego de sentir sus labios, a lo que el mencionado se terminó preocupando al verlo.

— N-No, no, no llores... —Notándose entristecido en su voz, se acercó más y se acomodó mejor, de tal manera que estaba frente a él, limpiándole esas lágrimas con sus pulgares—. Oye, tranquilo... Vas a aprobar, voy a ayudarte.

— ¿P-Puedo copiarte en el exámen?

— No —Rodó sus ojos mientras reía por un instante—. Tienes que hacerlo por tu cuenta.

El silencio reinó durante un momento, hasta que el moreno habló nuevamente.

— Anda, levántate, te ayudaré con eso... Con todo.

— ¿D-De veras? —Esperanzado, el rubio sollozó para luego limpiar parte de sus lágrimas.

— Sí. Vas a pasar ese maldito exámen, ¿O eres una nenita acaso, Michael? —Se giró de brazos cruzados, dándole una mirada retadora. Sabía lo que estaba diciendo, y Duff era fácil de provocar. Quería motivarlo.

El mencionado frunció el ceño y se terminó levantando de golpe.

— ¡Michael McKagan no es una nenita! Pero, odio ese nombre, así que déjalo en Duff. —Dijo eso al final con una sonrisa.

Hudson era feliz al saber que su amigo no estaba triste, enojado o algo similar. Y no solo esa vez, sino que ya le transmitía calma al ver que ese rostro no estaba lleno de lágrimas sufridas. Saber que su corazón no había sido roto otra vez o que en su día no había sido molestado bueno, tanto para Duff como para Saul.

Ese rubio era un rayito de sol, un bello arcoirís que iluminaba la oscuridad interna del rizado.

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— Para... Steven... —Susurró el de oscuros cabellos, alejando su cabeza y la pluma de color negro para ver finalmente. Leyó atento lo que él mismo había escrito, una pequeña carta, pero no muy convencido, gruñó con cierta molestia y tiró por ahí el papel después de haberlo arrugado entre sus puños.

Estaba sentado en una de las bancas de la universidad, más que todo en el pequeño parque que estaba cerca de esta, lugar donde solía ir con su pequeño amigo rubio de ojos azules.

Últimamente su estómago estaba revuelto y su cabeza daba vueltas alrededor de varios pensamientos. Puso su mano sobre su frente, soltando un suspiro pesado.

— Qué... ¿Qué mierda me pasa...? —Susurró otra vez. Esa carta no quería que la viese ni Dios. Se sentía avergonzado, pero a la vez le ayudaba haber escrito, era su manera de desahogarse. O bien, podía fumar, cosa que empezó a hacer.

Dentro del papel arrugado, había una pequeña flor. Específicamente, una lila. La había encontrado en el camino, pensando en adjuntarla a la carta, pero esas intenciones se fueron tras la borda cuando Stradlin miró lo que él mismo había escrito. Y no es que fuese algo malo, pero por alguna razón se sentía con pena y las mejillas le ardían.

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¡Hey, qué tal! ¿Me extrañaron? <3

Lamento si este idiota no ha actualizado como en... ¿Dos semanas? No lo sé, aún así lo siento, bellezas, ahhh...

Voy a tratar de poner más de mi parte y a hacerlo más seguido. Los amo, cuídense, gente. ❤