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El joven Kim salto a los brazos de su menor atrapando sus labios con los dientes, era cargado fuera de la habitación mientras marcaba y lamia uno de los lunares que decoran el cuello frente a él.

Taehyung: Baby. Gimió casi inaudible.

Su niño al no resistir esos quejidos se detuvo en la escalera, paso una de las piernas por el barandal de las escaleras mientras que la otra seguía enroscada en su cintura.

Taehyung: ¿Mi bebé quiere jugar? Contento tiro la cabeza hacia atrás sin miedo a caer.

Jungkook: Sabes que sí. Succiono uno de los pezones y sin ningún aviso se clavó tan profundo lograron que los ojos contrarios se cristalicen al instante.

Taehyung: Mmm. Paso los brazos por la nuca de su pareja adosándose a la trabajada espalda para más estabilidad.

Jungkook: Ahhh. Jadeo al sentir las afiladas uñas pintar largos caminos que mañana arderán.

El más rapaz se aseguró de sostener bien fuerte a su amante antes de estocarlo una y otra y otra vez como animal al borde de las gradas. Tomo al tigre por el cuello apretado fuerte en intento de sofocarlo un poco.

Jungkook: Dime lo que sientes amor. Seductor le susurró al oído lamiendo su lóbulo.

Taehyung: Sintiendo la mejor sensación del maldito mundo al tener la inmensa polla de mi amo saliendo y entrando tan dentro que la puedo sentir en el estómago.

Jungkook: Aun falta. Satisfecho con la respuesta sostuvo el caliente trasero camino abajo sin salirse. Cuando llegaron a la cocina dejo arriba de la mesa el plato fuerte, sonrió y se alejó. -Hoy tu eres la cena. Trepo elevando las piernas sobre su hombro izquierdo.

De una forma salvaje introdujo su gigantesca hombría en el pequeño agujero haciendo que la cabeza de su galán quedara colgada viéndolo todo al revés.

Taehyung: Ohh dios. Sus ojos se cerraron deleitados por la riquísima sensación que la ágil cadera provoca al moverse de esa forma en círculos de izquierda a derecha y viceversa. Su cuerpo era arrastrado por la resistente madera. -¡Ahhh! ¡Coges como un dios!

Jungkook: ¿Te gusta mi amor?

Taehyung: ¡Mmm! ¡No pares bebé!¡AH!! ¡AH! ¡AH!

Jungkook: No lo hare.

Las increíbles e incesantes estocadas del enamorado estaban fuera de control, veloz resonando por toda la habitación con el característico ruido lascivo de bolas impactando contra un mojado culo.

Taehyung: Ohh yeah ... Ask fuck. La combinación de movimientos y esa presión en su entrada rompiendo su interior hicieron que solo unos segundos bastaran para que el mayor no contuviera el gatillazo manchando así el abdomen de su varón. -¡AH!

Jungkook: Delicioso. Alejándose un poco tomo en mano el empapado miembro para limpiarlo a lengüetazos. -Quiero más.

Jalo a su muñeco hacia arriba de su regazo estirando una silla para sentarse. Recostó su cabeza contra el respaldo estimulando las tetillas frente a él con besos hasta que los espasmos del reciente orgasmo bajen un poco su intensidad.

Taehyung: Kookie... Sintiéndose hipersensible comenzó a brincar sobre la gorda polla como un sátiro insaciable.

Subía y bajaba con entusiasmo, unos dedos se clavaban en su cintura cada vez más mientras su ardiente cuerpo se fundía. Los gemidos ahogados que su amo reprimía cuando él movía las caderas en círculo hacia la vibración más embriagantes en medio de los besos.

Jungkook: Oh me vuelves loco. Levanto a su rey poniéndolo de espaldas hasta que apoyara las palmas en el piso y respiro profundo antes de zambullirse otra vez.

Los primeros saltos fueron ligeros hasta que la impaciencia lo consumió llegando a clavar sin medirse.

Fuertes cacheteos, jalones de cabello, sonrisas traviesas, miradas de amor y placenteros sonidos de dos cuerpos fusionándose en uno era la forma exacta en la que pensaban pasar su perfecta noche de bodas.

Cuando el orgasmo les llegó el hombre a cargo tomo por la nuca a su agotado señor con intención de levantarlo y acomodarlo sobre su cuerpo. Descanso unos minutos con la frente pegada a la espalda sudada. Con la respiración ya normalizada cargo a su príncipe hasta la alcoba matrimonial.

Taehyung: ¿Ya vamos a dormir?

Jungkook: Amo tu inocencia. Lo llevo frente al ventanal ayudándose con el codo logro abrí las vidriadas puertas, sentó a su agotado monarca al borde del balcón.

El soberano sin fuerzas para negarse a su sacrilegio solo se dejaba llevar, por más cansado que se encuentre no sería capaz de negarse a su calor. Echo la cabeza hacia atrás en lo que una insaciable polla contorneaba el circulo exterior de su orificio dudoso de entrar. Los ojos le pesaban un montón, las piernas casi no las sentía, pero cuanto su primer amor lo invadió desembocando en su próstata no le importo en absoluto el dolor.

Se dejó ser bajo la luz de la luna por quien lo ama con la vida y se lo hacía con locura.

Jungkook: ¡Ahh!. Lengüeteo con agilidad los sensibles pezones. - Has lo tuyo.

Taehyung: Jungkook...

Jungkook: Eso... Grita el nombre... De tu único dueño.

Cegado por la lujuria y el placer apretó el cuello de su alma gemela con total brusquedad cuando este enrollo sus piernas en su cintura y se tiro ligeramente hacia atrás con la cálida brisa chocando en sus sonrojadas mejillas.

Jadeo y gimió la designación de su amo hasta que la voz se le quebró. Su garganta suplicaba acabar, pero el corazón agonizaba por seguir. La luna se reflejó en dos esferas negras bajo su atención cuando el placer de su droga se inyectó por completo en ambas almas.

Jungkook: Te amo. Cogió la mano a su lado, entrelazaron sus dedos contemplando en silencio admirando el brillo de las sortijas.

El menor con sumo cuidado dejo sobre la suave cama a su esposo tomando lugar a su lado envolviéndolos en una cálida manta.

Jungkook: Descansa. Su mayor lo observo con intención de refugiarse en su pecho, pero en realidad no es su forma favorita de dormir. -Con cuidado.

Taehyung: Si. Lo monto con delicadeza de no exaltarlo y se hundió en él una vez más. -Lo amo señor Kim.

Jungkook: Lo amo aún más señor Jeon. Tarareo una dulce melodía repartiendo caricias por la espalda de quien reposaba sobre él mientras su respiración se tranquilizaba.








Con las manos toca su cuerpo... Con sus latidos acariciaba su alma.








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