One-Shots Anime

❣️ Ayato ❣️

Anime: Tokio Ghoul

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–¿Ya te has visto en un espejo?

Pregunto divertido.

–Como quieres que me vea, si llevo mucho tiempo atada a esta camilla.

Comenté furiosa.

–Es verdad y lamento eso, pero no parabas de atacarme.

–¿Y quien diablos eres tú?

El jalo una silla metálica y la coloco frente a mi. Se sento y cruzo las piernas.

–Mi nombre es Ayato. –respondio con naturalidad. –ya te lo había dicho, pero al parecer lo olvidaste rápido.

–¿Cuando me lo dijiste?

–El día que Kaneki te convirtió en lo que eres.

Extrañamente había olvidado muchas cosas, como mi nombre y el del chico que  se encontraba frente a mi. Pero no de Kaneki.

–¡Ese maldito!

–Veo que a él lo recuerdas. –dijo sonriendo. –y te aseguro que el tampoco te olvidará después de que te comiste a su novia, por qué no se cansará hasta verte muerta.

Unas inmensas punzadas en la cabeza me hicieron retorcer del dolor y los recuerdos llegaron uno por uno. Recordé el día que me escape de aquella habitación, de mis manos cubiertas de sangre y del odio reflejado en el rostro de Kaneki.

–Ey, tranquilízate o te saldrás de control.

Pidió Ayato.

–¡Eso trato de hacer, pero el dolor es muy fuerte!

–Es normal, la parte de tu cabeza incompleta comenzó a regenerarse.

Lo escuché decir.

–¡¿Que demonios dices?!

–Kaneki casi te destroza por completo, si no fuera por qué intervine ahorita no estarías aquí. –contó ayato.

–¡Desatame ya, quiero verme en un espejo!. –pedi con poca amabilidad.

El se levantó de su silla, se acercó a mí y comenzó a desabrochar y quitar cada seguro, incluyendo la máscara metálica que cubría mi boca.

–Listo, ahora ponte de pie y sígueme al baño. –ordeno.

Apenas pude sostenerme por completo, sentía las piernas y brazos dormidos. Pero aún así logré llegar al baño.

–Mira tu misma lo fea que te ves.

Dijo burlándose.

Frente a mi estaba un espejo que cubría toda la pared, me mire y casi vómito del asco. Había un gran agujero en mi cabeza.

–No te preocupes, al principio pensé que te quedarías así, pero por lo que veo se ah empezado a regenerar. –comento.

Revise todo mi cuerpo y me di cuenta de que había bajado de peso, mi piel estaba muy pálida y tenía una que otra cicatriz aún visible.

–oye tu, Ayato  ¿Por qué estoy desnuda?

Cuestioné al chico que se encontraba a mis espaldas observandome muy detalladamente.

–¿Apenas te diste cuenta?

–Contestame. –dije molesta.

–Ya, está bien. –dijo mientras se cruzaba de brazos. –la verdad solo quería observar y admirar tu maravilloso cuerpo, así que te mantuve desnuda.