One-Shots Anime

💫Izana 2/2💫

Anime: Akagami no shirayuki–hime

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Recogia unas cuantas flores en el campo, cuando una anciana se me acercó.

–jovencita, me podrías ayudar con mis cosas. –mire atrás de ella y ví una enorme canasta repleta de verduras.

–Por supuesto. –le di mis flores a la anciana para que las cargará mientras yo llevaba la enorme canasta. –No debería cargar tanto. –me queje al sentir lo pesada que estaba.

–Lo siento, pero no tengo quien me ayude, yo sola cosechó lo que siembro y lo llevo a vender –explico.

–Ya veo, entonces solo guieme hasta su casa. –pedi mientras acomodaba la canasta sobre mi cabeza.

–Claro. –la señora se adelantó con mis flores en la mano.

—

–Es aquí. –la señora se detuvo frente a una pequeña casita de madera.

Baje la canasta y espere a que la anciana abriera.

–Pasa y dejala sobre la mesa. –me consedio el paso.

Entre con la canasta en brazos y la coloque sobre una mesita apunto de romperse.

–Aqui tiene a la princesa. –escuche decir a la anciana mientras estaba de espalda.

–¿Que? –me di la vuelta.

–Hola____. –mire hacia una esquina de la casa y un chico que conocía bien se aproximó a mi. –fue difícil dar contigo.

–Aqui tiene su recompensa. –le arrojo una bolsita a la anciana.

–¡Oye Obi! ¿Que demonios pasa?

–Me ordenaron buscarte y llevarte de regreso. –respondio.

–Ya veo, entonces.. –no lo pensé demasiado y salí corriendo. 

Corri en medio del bosque y me trepe a un árbol para esconderme. Pero..

–Demonios____, dónde aprendiste a correr y a trepar tan rápido. –me lance al suelo de inmediato, pero Obi logro atraparme en el aire.

–¡Oye, sueltame! –lo intenté golpear, pero sujeto mis manos. –¡Obi!

–De verdad perdóname. –ato mis manos con una cuerda para impedir que lo atacará.

–¿Izana te lo ordeno? –interrogue.

–No, fue zen. –me cargo sorpresivamente y me coloco sobre su hombro.

–¿Que? ¿Zen? ¿Por qué?

–El te lo explicará en cuanto lleguemos.

Obi comenzó a caminar conmigo en hombros y llegó hasta donde se encontraban unos caballos atados. Me lanzo sobre el lomo de uno y el se trepó a otro. Después jalo del caballo conmigo encima.

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–¡Me las vas a pagar Obi! –dije mientras lo veía desatarme.