One-Shots Anime

✨ Hanako-Kun✨

Anime: Jibaku Shounen Hanako-Kun

–!Hanako! !Hanako! –¿Donde estas?.

Entré al baño de mujeres de mi escuela, donde ese chico fantasma siempre acostumbra a aparecer.

–¡Hanako! –repetí su nombre otra vez.

–¿Que sucede? –pregunto molesto. –¿Por qué no me dejas descansar tranquilamente?

–Lo siento mi hermoso Hanako.

Me lanze sobre el en cuanto apareció. Lo abracé y le di un pequeño beso en la frente.

–¿Ahora que quieres?.
–cuestiono. –Ya me has pedido un deseo.

–Si, pero recuerda que no se ah cumplido. –dije tristemente. –asi que sigues debiendome uno.

–Olvidalo____. –dijo dándose la vuelta.

–¡P...pero Hanakooo!  –grite.
–Hare lo que me pidas o te entregaré lo que quieras, pero ayúdame.

El se giró hacia a mi y me tomo de los hombros. Aserco su rostro tan serca al mío que me puso nerviosa.

–Hmm eso me interesa. –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
–Esta bien, te ayudaré pero a cambio de que me entregues tu corazón.

–¡¿Que?! –¿lo piensas vender?

Pregunté asustada.

–Claro que no. –dijo con los ojos entrecerrados.

–¿Entonces?. –No comprendo.
–¿No te parece suficiente tenerme como tú esclava?

–Tu solo acepta. –dijo alejándose de mi.

–Esta bien, aceptó.

–Perfecto, dime que quieres.

–Quiero que se enamoren de mi.
–dije algo avergonzada.

–¿Otra vez?

–S..si eh echo de todo y nadie se fija en mi. –conteste.

Hanako se acercó a mí, encerró mi rostro entre sus manos y me miró de una manera tan linda que mi corazón se sintió extraño.

–No te preocupes, está vez alguien se enamorara de ti y tu de el. –dijo en voz baja.

–¿E..estás seguro?

–Confia en mi. –dijo muy feliz.
–Ah y limpia bien el baño que está muy sucio.

Después de decir eso desapareció.

Limpiar el baño entre otras cosas debía hacer para pagarle a ese chico fantasma.

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Habían pasado días desde que le pedí a Hanako que me ayudará. Pero nada había cambiado, todo seguía igual, ningún chico me hablaba. Al contrario, todos al verme se daban la vuelta o prácticamente me evitaban. Ponían una cara de horror y no sabía por qué. Lo único que había cambiado era que pasaba más tiempo con Hanako. El comportamiento de el me comenzó a parecer extraño. Era menos malvado conmigo.

Una tarde lo fui a ver, para intentar reclamarle el por qué no me había cumplido lo que le pedí. Pero esa idea desapareció en cuanto lo ví. Estaba parado justo frente a mi. No llevaba puesta la gorra que siempre usaba y la que nunca se quería quitar. Su cabello oscuro estaba despeinado y se mecía por las corrientes de aire que entraban por las ventanas del baño. Y extrañamente se veía más alto.