High School DxD Alternative

Cita con el ángel caído

Los personajes de esta historia no me pertenecen, sino a su creador original Ichiei Ishibumi, no busco el lucro con esta historia, más bien entretener a quien le dedique un poco de su tiempo.

Hoy era el día de la cita prometida con el ángel caído Yuuma Amano, no escatime en esfuerzos para estar lo más presentable posible para la ocasión, estaba confiado para poder guiarla en una cita placentera, pues había tenido mucha practica con Kiyome. Además, llegue con una hora de anticipación, ahora ustedes se preguntarán ¿Por qué llegar tan temprano a una cita, si no es tu primera vez?

Eso es simple de responder, pues estaba esperando a que los demonios hicieran su primer acercamiento a mí. Desde que Yuuma se me confeso, estos dejaron de vigilarme con tanta intensidad con lo que frecuentemente lo hacían. No sabía si era porque tenían precaución al pensar que estaba afiliado al bando enemigo de estos, o habían cambiado sus planes con respecto a mí. Sea cual sea el caso, esperaba que estos se acercaran a mí, para discernir si yo era un inocente que no sabía dónde se estaba metiendo, o un enemigo que merodea en su territorio.

Pero como había dicho, estos no han hecho nada hasta ahora, por eso salí más temprano de la hora acordada, para que estos tuvieran tiempo para interceptarme antes de mi encuentro con ella. Y ellos lo hicieron, pero no de la forma en que yo esperaba, estos solo enviaron a un familiar disfrazado de humano, quien me entrego un folleto que decía, "tus deseos se harán realidad" y detrás de este había un círculo mágico de invocación.

Sabía que era esto, Mephisto me lo dejo más que claro. Este folleto, era utilizado por los demonios, para hacer contratos con los humanos, para que estos le cumplan su deseo, a cabio de algo de igual valor para el demonio. Solo los que tienen una fuerte codicia, son capaces de invocarlos.

Es la primera vez, que recibo un folleto en esta ciudad, por alguna razón siempre recibía uno si paseaba por distintos países, mientras realizaba las misiones que Mephisto me encomendaba, pero nunca llegue a ocuparlos. ¿seré demasiado codicioso? Tal vez, aun así, no estoy tan desesperado por que mis deseos se cumplan.

Como no había sucedido nada interesante salvo lo nombrado, no me quedo nada más que esperar hasta la hora prometida. Me compre un refresco y me senté en una banca cercana, mientras navegaba por internet a través de mi celular, esperando que de ese modo el tiempo trascurriera más rápido.

Cuando llego la hora indicada, no había rastros de Yuuma por ningún landó, decidí ser paciente y esperarla por media hora más, sino viene, simplemente me iré pensando positivamente que perdieron el interés en mí, no está mal soñar ¿no?, pero parece que el destino quiere todo lo opuesto a lo que quiero, ya que ella llego quince minutos atrasada.

"lo siento por hacerte esperar, tuve que solucionar unos pequeños problemas rápidamente antes de venir"

"no tienes por qué disculparte, acabo de llegar, espero que hayas podido solucionar tus problemas"

"sí, los solucioné todos, no eran gran cosa la verdad, solo que me llegaron a último momento"

"eso es bueno, ¿has planeado a donde vamos a ir hoy en nuestra cita?"

"la verdad no, esperaba que pudiéramos elegir entre nosotros algún lugar agradable, ¿tienes algo en mente?"

"sí, se me ocurren unos buenos lugares que podríamos visitar"

"entonces tu lideraras el camino hoy"

"muy bien, entonces vallamos por aquí"

"si"

Y así, continuamos con nuestra obra de teatro llamada cita, visitamos tiendas y lugares apropiados para pasar en una cita. Para cualquiera que nos viera desde el exterior, podríamos ser una armoniosa pareja de amantes, pero la verdad es que ambos detrás de nuestra actuación estábamos sosteniendo un cuchillo afilado, a la espera del momento apropiado para desatar su poder letal.