Bakugo estaba mirando por la ventana esperando que Shoto llegue en taxi. Hace un día que había llegado a su hogar, había abrazado a su papá y su vieja le había obligado a darle un beso en la mejilla, que de mala gana se lo dio, pero estuvo feliz de cenar otra vez con ellos, aún con los gritos de su vieja a los que respondía y su padre tratando de calmar a ambos.
—Mocoso espera en el sofa como alguien normal. —Regaño la mujer rubia.
—Dejame. —Gruñó aun mirando.
Jamás creyó que no ver a Shoto en las mañanas, y no dormir con él, iba a ser tan difícil luego de que se hayan acostumbrado.
Porque no recibía un beso de buenos días y nadie le masajeaba el cabello mientras fingía estar dormido.
—Dejalo, cariño. —Masaru acomodo unos platos en la mesa y se giro a su esposa que ya estaba caminando hacia su único hijo. —Debe estar preocupado.
—Claro que no. —Respondió alzando la voz. —Shoto es fuerte.
La mujer rubia rio bajito mientras entraba a la cocina para ver que todo estuviera listo.
Iban a hacer una cena para conocer al primer novio, y al parecer era en serio, de Katsuki. Ella siempre había creído que sí Izuku hubiera sido omega o beta habrían terminado juntos, o si no lo fuera de todas formas, hubiera sido una bonita historia de como pasaron de amigos de infancia a pareja.
Pero se había quedado en sus deseos, no podía hacer nada más que guiar a su hijo en sus decisiones.
Pronto escucho un correteo en la sala y asomo la cabeza a tiempo para ver a su hijo salir corriendo, también escucho como un auto arrancaba.
—Masaru te robaron al cachorro. —Comentó divertida mientras sacaba unas bebidas del refrigerador.
Por su lado Masaru suspiro resignado, luego de ver los ojos de su hijo brillar por unos segundos sabía que ese chico sería especial. Su cachorro estaba dejando el nido y no podía hacer nada para detenerlo.
—Katsuki. —Saludo Shoto mientras terminaba de pagarle al conductor.
Le picaban las manos por tenerlo cerca y el maldito taxi estaba tardando mucho en irse por lo que apenas vio que el omega recibía su cambio lo tomó de la mano para acercarse a uno de los muros que rodeaban su casa. Así cubría a Shoto de miradas indiscretas y también la vieja bruja no iba a poder espiarlos.
—¡Katsuki entra de una vez! ¡Hace frío!—Regaño la mujer adulta desde la puerta al perderlos de vista.
—Maldición. —Renego en su lugar, mirando los ojos de Shoto que lo veían serio. —¡Dejame en paz, ya voy! —Grito de vuelta.
Resignado tomó la mano del omega para dirigirlo a su hogar, esperaría tener un momento a solas con el bicolor, quería marcarlo con su aroma y de paso también el quería oler a pomelo, Se había acostumbrado a tener el aroma en su nariz casi a diario y que se lo quiten así estaba haciendo a su alfa gruñir en su pecho, incontrolable pues poco y nada había hablado con Shoto, y aunque sabía que estaba bien, necesitaba tenerlo a la vista, asegurarse que no necesite nada.
Sintió un tirón en su mano y volteo a ver al omega que venía cubierto con la bufanda que una vez le había dado.
—Te extrañe.
Oh, joder, Shoto no podía decir eso si iban a estar con sus padres al frente en una maldita cena.
Rápido se volteo y le robo un beso, la textura y el suave sonido que dejó escapar el omega ante el contacto valdría las burlas de la Bruja.
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Omega [Bakutodo]
FanfictionDespués de que les hayan tomado unos exámenes para saber cuál sería su segundo género, la clase A experimenta todo tipo de reacciones a sus resultados. A Bakugo no le interesa en lo absoluto, era y seguirá siendo el mejor de todas formas. Solo estab...