Prólogo

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En el mundo de la cultivación han existido muchos villanos, personas crueles y sin corazón, quienes siembran el miedo en el mundo entero, un ejemplo era el antiguo líder de la secta Qishan Wen, Wen Ruohan, este despreciable hombre perdió la cabeza cegado por el poder y la avaricia, pero nunca ha habido un villano más memorable y temido como el Patriarca de Yiling, Wei Wuxian no tuvo piedad con los inocentes, masacro a miles para satisfacer su propia diversión, traicionó a su secta, renegó de su líder, asesino a su cuñado, se alió con los últimos perros Wen y se apoderó de los túmulos funerarios. Aquel cultivador demoníaco era un demonio que no tenía salvación.

Si tan sólo así fuesen las cosas, si tan solo Wei Wuxian no tuvieran corazón, si fuese hecho tan solo una de las cosas de las que se le acusaba, si así fuese el caso, él no estaría sintiendo que su corazón se partía en pedazos y su mente dejaba de reaccionar.

Jiang Yanli, su Shijie, su amada hermana yacía sin vida entre los brazos de un destrozado Jiang Cheng, después de ver aquella escena todos los golpes que le dieron fueron recibidos y su corazón dejó de latir, no lo sentía, así que no debería de estar en su pecho, se sentía frío, como un cadáver, como un monstruo, como el Patriarca de Yiling que todos señalaban.

Explotó.

Su irá, su enojo, su odio, su rencor, su dolor y sus penas, quería destruir todo, matarlos, hacer las cosas que ellos decían de él, quiso acabar con cualquiera que respirase, hacerlos sufrir, romperlos como él fue roto, pero no lo hizo, alguien lo alejo de todos, una silueta blanca y hermosa lo envolvió alejándolo de todos, lo último que vio fue a Jiang Cheng mirando hacia la nada mientras mecía el cadáver de su hermana, estando igual de destrozado que él

Después de eso muchas cosas estaban borrosas, lo único que recordaba era un cálido toque en sus labios y unas dulces palabras que lo empujaron a seguir, "Vive por ella, que su muerte no sea en vano" no recordaba quien se las había dicho, solo sabía que por un momento volvió a sentir a su corazón, pero este latido sólo fue un soplido de consuelo.

Ahora estaba en los túmulos funerarios, caminaba sin saber que pasaba, su cuerpo recordaba más que su mente y cuando se dio cuenta estaba parado en medio de cenizas, no había quedado nada de lo que alguna vez llamó hogar.

Su cuerpo cayó, sus largos cabellos esparcidos por todo el suelo, por alguna extraña razón que él desconocía traía túnicas blancas, las cuales fueron ensuciadas por el polvo y la tierra, aún que era extraño, él mismo así se sentía y su mente simplemente ignoró este detalle, en cambio, quiso ver un hermoso cielo, pero no había nada más que agonía y oscuridad.

Era huérfano, no tenía padres, estos murieron por querer proteger a inocentes, al ser recogido por Jiang Fengmian tuvo una segunda familia, pero los Wen mataron a su tío y a Madam Yu junto a todos los discípulos de Yunmeng, y solamente porque él quería hacer lo correcto, le entregó todo su poder a su hermano, se las ingenió para vengarse con ayuda del cultivo demoníaco y cuando se volvió una "amenaza" todos le dieron la espalda, incluido su hermano, al querer ayudar a personas inocentes fue marcado como un villano, él solo quería hacer lo que su corazón le decía, tuvo a una tercera familia que calmo sus días de soledad, una luz en su oscuro y destartalado camino.

¿Alguien puede adivinar que pasó después?

Correcto, su familia murió, fueron asesinados por quienes se hacían llamar los héroes y luego su amada Shijie murió por su culpa.

No, él no tenía la culpa, él solo era el villano que las personas necesitaban, el malvado que debían eliminar para que el bien gane como en cada relato o cuento conocido, quien lo diría, el temible Wei Wuxian solo era un peón del mundo de la cultivación, una herramienta de las sectas ortodoxas que sirven al bien.

Su Excelencia, El Patriarca de YilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora