Su Excelencia, El Patriarca de Yiling

Capítulo 23: El Comienzo Del Fin.

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— Mi piel no es de porcelana, Lan Zhan. —Abrazo más sus piernas con su brazo derecho, mientras que el izquierdo estaba siendo cuidadosamente limpiado por Lan Wangji, quien mojaba el trapo que tenía en manos para seguir quitando la sangre de la piel contraria, ignorando el anterior comentario, pero no la mirada que su prometido le daba.

— Es mucha sangre. —A ese punto de su relación, Wei Wuxian ya podía entenderlo más allá de una corta y simple oración, por lo que solo una suave risa por la preocupación del ex jade.

— No es mía, así que no te preocupes. —La mirada de HanGuang-Jun fue suficiente para que agrandara su sonrisa— Amo cuando me miras así, eres el único que puede regañarme. —Sujeto la mano que lo limpiaba, llevándola a su rostro y besándola— Estoy bien, solo perdí un poquito el control, pero mañana comenzare a resolver todo, confía en mi. —Soltó la mano contraria al mismo tiempo en que su pareja se acercaba, dándole un cálido y corto beso, la sensación que que se quedo en sus labios fue suficiente para relajarlo y dejar que el contrario siguiera limpiándolo.

Podía hacerlo él mismo, pero conocía a Lan Wangji y aquello solo era una forma de revisar que ninguna herida estuviese en su cuerpo, cosa que le parecía un poco tierna, esos pequeños detalles hacia que se enamorara aun más del ex jade.

Cuando su cuerpo fue limpiado por completo, el mismo Lan Wangji lo saco de la bañera, secándolo y vistiéndolo con túnicas simples de cama, para luego llevarlo en brazos a está, la cual actualmente compartían, no tenía sueño, pero tampoco quería hacer otra cosa, ¿Hambre? su cuerpo no le exigía alimento así que no se molestaría en buscarlo, su enojo se había ido y Wen Ning estaba vigilando lo poco que quedaba del demonio que ataco a sus hijos, sabía que Mo Xuanyu se encargaría del pueblo, Jiang Cheng y Lan Xichen cuidaban a sus hijos, aparte estaban encerrados y a salvo, por lo que podía tomarse el tiempo de quedarse en cama, mas faltaba una cosita que aun no tenía clara.

— ¿Dónde esta A-Yang? —Pregunto cuando estaba cubierto por las suaves sabanas, aunque no lo mostraba, Wei Wuxian podía ver el cansancio en su prometido, y aquello se hizo más visible cuando se arrodillo para estar a su misma altura, agarrando una de sus manos y acariciándola.

— Convirtiéndose en adulto. —Lo entendía más de lo que le gustaba hacerlo, aquella simple oración significaba mucho para ellos y era simplemente doloroso recordarlo.

Wei Yang solo tenía 15 años, casi 16, su niñez fue difícil, ser el primogénito de un villano era aun más complicado, pero ser un adulto como ellos era simplemente una tortura, los adolescentes deben entender la vida con errores y tropiezos, no con lamentos y sangre, en caso de ambos, fue un poco de todo, los dos perdieron muchas cosas en su adolescencia gracias a la crueldad humana, Wei Wuxian ni siquiera quería pensar en el antiguo Yunmeng.

Convertirse en adulto trans una desgracia era lo más real que el ser humano tenía, pero también era lo más desgarrador.

— Debió tomar mi ejemplo y secuestrar a mi tío marcial. —Formo una media sonrisa mientras miraba al jade a los ojos, este simplemente negó con suavidad para luego llevar la mano contraria a sus labios y besarla.

Lan Wangji no dijo nada, pero ambos sabían que aquello no hubiese funcionado, había una gran diferencia moral entre HanGuang-Jun y Xiao Xingchen, el primero ya conocía la crueldad e hipocresía de las sectas, mientras que el segundo seguía creyendo en un camino ortodoxo que no existía, aunque lamentablemente ya conocía un poco de aquello, lo único en común que podían tener era el cariño que le tenian a padre e hijo, ambos rotos y golpeados por el egoísmo humano.