Capítulo 5: La Nueva Yiling

6.1K 861 689
                                    

La Nueva Yiling

❍❍❍❍❍❍❍❍❍❖❍❍❍❍❍❍❍❍❍

— Que hermoso amanecer, es tan rojo y huele tan delicioso. —Se paseó por las calles de lo que alguna vez fue Qishan, sus zapatos eran manchados por los charcos de sangre, pero poco le importaba estar lleno de esta sustancia, el olor de la sangre y la sensación de estar bañado en ella, siendo suya o de otras personas, ya eran tan normal para él como respirar.

Después de la retirada de HanGuang-Jun, el trio fue a explorar el poblado de Qishan, el lugar estaba vacío, muchas casas se encontraban destruidas y saqueadas, el silencio era tan aterrador que se parecía a los túmulos funerarios, Wei Yang miraba a su tío buscando cualquier índice de tristeza y así consolarlo, pero Wen Ning solo miraba los alrededores sin mostrar alguna emoción.

Él ya se había rendido, lo único vivo que quedaba de Qishan Wen era su sobrino A-Yuan, aquello era un golpe que había recibido hace mucho tiempo, ni siquiera los ancianos y niños se escaparon de la crueldad de Lanling Jin y la ignorancia de las demás sectas.

No paso ni un día para que las sectas empezaran a enviar a sus cultivadores, Wei Wuxian vio con ojos fríos como los cultivadores profesaban que él era el mal y que Lanling Jin había perdido la cabeza para darle a la antigua Qishan, el Patriarca no movió ni un dedo en la batalla, durante las horas en las que la noticia se esparcía por todos los rincones, él había estado tocando a ChenQing, para ese momento la energía resentida estaba por todas partes y los primeros cultivadores en atacar besaron la muerte al encontrarse con cadáveres feroces saliendo de las casas vacías.

Wei Wuxian estaba en el techo de la estructura más alta, la cual era una posada, se encontraba sentado apoyando un brazo en una pierna alzada, ChenQing era girada constantemente por su misma mano mientras que el otro brazo se apoyaba en su pierna estirada, Wen Ning y Wei Yang estaban cerca de él, también encima de otros tejados, vigilantes y esperando órdenes.

Desde su panorama podía ver como los cadáveres que había estado llamando por esas horas eran destruidos y a la vez lograban matar a varios de los cultivadores, pero como supuso sus marionetas fueron vencidas después de una larga batalla.

Pero la vida era injusta y la muerte bondadosa.

Por el horizonte empezaron a aparecer más cadáveres feroces, Wen Ning al verlos volteo buscando a su maestro, aquellos cadáveres eran los cultivadores y demás personas que nunca salieron de Yiling después de entrar a "derrotar" al temible Patriarca Yiling, pero había algo extraño con estos cadáveres, parecían tener un poco de inteligencia y conciencia, incluso usaban las técnicas de sus respectivas sectas para pelear, pero sus armas variaban entre espadas, arcos, sables, hachas y cuchillos, incluso habían algunos que usaban artes marciales, Wen Ning entendió con la mirada que su maestro le dio que ese era el ejército que ayer menciono.

Un ejército de cadáveres para el Patriarca Yiling.

Sin duda una combinación perfecta.

Wei Yang fue quién más disfruto al ver al ejército, el adolescente ayudo en un par de ocasiones a su padre en mejorar a sus marionetas, pero no sabía que tanto podían hacer, ahora al verlos masacrar a los cultivadores se sentía como niño pequeño viendo una pelea heroica, solo que esa pelea no era para nada heroica, ellos eran los malos y quienes estaban trayendo el mal al mundo de la cultivación, pero.

¿Acaso importaba?

Así estuvieron por dos días, Wei Wuxian se cuestionó cuantos discípulos podía tener una secta, pero sus dudas se dispersaron al descubrir que algunos de los hombre y mujeres que llegaban no eran cultivadores, eran simples civiles que fueron enviados a sus muertes por quienes debían protegerlos.

Su Excelencia, El Patriarca de YilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora