᯽𝐏rohibido┋ᵃᵈᵃᵖᵗ ˢᵒᵒᵍʸᵘ ·۫ ☑️

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Días pasaron, cosas cambiaron.

Desde aquella noche, Beomgyu solía sonreír más. El menor había empezado a ser más risueño y tímido, por alguna razón se sentía vulnerable cada vez que Soobin le miraba, se sentía encantado y sumiso ante él. Soobin también había cambiado, no podía dejar de mirar a Beomgyu, de mirar sus labios y sus lindos ojos que clamaban por que él se le acercara, le hablara y lo besara de nuevo.

Y no, esa noche no fue la última vez que lo hicieron, que se besaron.

Porque justo en ese momento, Soobin y Beomgyu se encontraban detrás de un edificio de la universidad, con Beomgyu acorralado por los brazos de Soobin, y el mayor rozando sus labios contra los de Beomgyu, esperando entre segundos para poder volver a besarse, dulce y lentamente.

Soobin no sabía qué le ocurría, no sabía cómo llegaba a esa situación y cómo es que parecía empezar a ser costumbre buscar con sus ojos a Beomgyu para hablar con simples miradas y decirse uno al otro a través de ellas: "Necesito besarte de nuevo."

Tanto que creía que se volvería adicto a Beomgyu con el pasar del tiempo.

Estaba mal, estás haciendo todo mal. Se repetía Soobin cada vez que podía, cada vez que se encontraba con Beomgyu a escondidas antes de besarlo o formular alguna palabra. Pero era como si todo desapareciera luego de juntar sus labios con los del menor, luego de sentir la cercanía de sus cuerpos y el delicioso olor a su suave y dulce colonia.

Era como si Beomgyu le hiciera perderse en su inconsciencia y descaro.

Las manos de Soobin dejaron de apoyarse en la pared, para poder tomar la delgada cintura de Beomgyu y apegarse más a él. Sus labios se separaron y se tantearon por segundos, mirándose a los ojos sin saber qué palabra articular, sin saber cómo reaccionar a lo que estaban haciendo, a esos encuentros prohibidos entre sus cuerpos y sus almas.

Solo se miraban, y rompían la conexión cuando Soobin acariciaba los cabellos de Beomgyu y el menor ocultaba su rostro en la curvatura del cuello de Soobin.

¿Qué estamos haciendo?

Ésto está mal.

—Deberíamos comprar nuestros trajes para el baile, es en menos de una semana ya —dijo Soobin rompiendo el silencio y tomando la oportunidad para alejar a Beomgyu.

—Ayer Yeonjun me invitó a ser su compañero para el baile —Soobin maldijo mentalmente, lo había olvidado, Yeonjun iba a confesarse—. Le dije que ya tengo pareja...

—Le dijiste que era yo, ¿Verdad? —Beomgyu frunció sus labios en una línea recta y negó con la cabeza.

—Supuse que tú querrías decirle, Soobin —el mencionado asintió y se posó a un lado de Beomgyu para apoyarse a la pared y sentarse en el suelo. Beomgyu suspiró y se sentó a su lado—. ¿Ocurre algo con Yeonjun, Soobin? Siempre que estás conmigo mencionas a Yeonjun, como si tuviera algo que ver entre nosotros.

—Nosotros, somos amigos Beomgyu y nos besamos —el menor le miró desconcertado. ¿A qué se debía aquello?—. Yeonjun es tu amigo.

—Así es —afirmó—. ¿Qué tiene que ver Yeonjun en todo esto Soobin?

—Yo los vi, los vi besarse una vez en los baños de la universidad, fue por accidente, los vi y...

—¿Estás insinuando que beso a todos mis amigos, Soobin? ¿Es eso? —Beomgyu preguntó con burla, no podía creerlo. Más Soobin no dijo nada.

—Si Yeonjun te pidiera una oportunidad, para ser algo más, para ser novios. ¿Aceptarías? —preguntó en voz baja. Beomgyu le miró y sonrió disgustado.

—Yeonjun es un chico muy divertido, tierno y apuesto. Es muy valiente y tiene el valor suficiente para enfrentar a mi padre; Yeonjun me gusta, pero no tanto como para tener una relación donde me implique estar con él de forma íntima.

—Le dirías que sí.

—Le diría que no —corrigió al instante—. Si las cosas no hubieran pasado, si tú no estuvieras aquí a mi lado luego de lo que pasó, si en otra situación tú nunca hubieras aceptado salir conmigo después de mi cumpleaños, si Yeonjun no me hubiera dicho que tú fuiste el que había preparado la fiesta, él que había sido parte de la planificación de mi día de cumpleaños, si no te hubiera hablado, si no te hubiera visto triste aquella vez, si no hubieras tirado tu refresco aquella vez sobre mí. Puede que haya respondido que sí. Pero las cosas no fueron así, Soobin.

El mayor miró a Beomgyu, pero éste no le devolvió la mirada, solo jugaba con sus dedos y su expresión se había tornado dolida por alguna razón.

Un celular empezó a sonar con fuerza, sobresaltando a los dos jóvenes sentados en la arena. Beomgyu miró su celular y notó que era su padre.

—Creo que tienes que irte —murmuró Soobin apartando la mirada.

Beomgyu sonrió forzosamente.

—Nos vemos mañana. Mi traje será negro y usaré corbata color rojo vino, puedes buscar un conjunto que combine —se levantó y sacudió su ropa—. Y por cierto, yo no lo besé, él me besó y correspondí. Solo fue cosa de una ocasión, le dije a Yeonjun que no me sentía bien y salí del baño lo más rápido que pude, Soobin. Eres el único que he besado desde que he llegado aquí, porque yo quiero, porque me gustas —formuló lo último con voz baja y se fue del lugar, dejando a Soobin allí solo y confundido.

Soobin llevó sus manos a su rostro y gruñó con frustración.

—¿Por qué todo tenía que ser así? —dijo para sí mismo enredando sus dedos en su cabello.

Su corazón latía con fuerza, sus dedos temblaban y sus labios ardían. Lo había escuchado, sabía que Beomgyu también gustaba de él, sabía que todo se estaba saliendo de sus manos, sabía que estaba traicionando a su hermano; pero sobre todo sabía, que estaba enamorado de Beomgyu.

—Maldición —murmuró tomando su celular y marcando al número de Yeonjun.

Tenía que arreglar todo, Soobin creía que tenía que hacer lo correcto.

Soobin creía que no podía estar con Beomgyu, de ninguna manera, no mientras él sabía que su hermano, que la persona que le dió el sentido de vivir, que le dió la vida que nunca tuvo, estaba enamorado de la misma persona.

Sí, lamentablemente a veces las personas cometemos errores y tratamos de arreglarlos, pero entonces cometemos el mismo error de nuevo, caemos en lo mismo.

Soobin volvería a caer en lo mismo. Ya no tenía salida.