FILM 24

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NIALL.

El plato de comida frente a Niall ya se había enfriado, aquello no era normal, usualmente se acababa su comida casi de inmediato, incluso si estaba muy caliente. El problema era que no dejaba de pensar en la plática que había escuchado días atrás.

No le había dicho a nadie, particularmente porque el guardia con el que Sayón había estado hablando seguía estando en Londres con ellos, lo cual le hacía pensar que quizá no tendría que preocuparse pues no iría hasta Malibú.

– ¿Todo bien? – Zack llegó por uno de los pasillos que conectaban con la cocina donde Niall estaba sentado en la barra, mirando su mano vendada.

– Esto... sí – murmuró el chico en voz baja, aunque suficientemente audible como para que su amigo lo escuchara.

Zack llegó hasta la barra, movió una silla y se sentó junto a Niall.

– ¿Cómo está tu mano?

Niall movió un poco los dedos que tenía libres del vendaje sintiendo como hacer aquello le dolía aún, pero al menos ya era soportable.

– Mejor, creo.

– ¿Me contarás algún día lo que te pasó?

– Ya sabes lo que me pasó, Zack – murmuró el rubio por lo bajo, su amigo se le quedó mirando, Niall comprendió de inmediato y suspiró – cuando sea buen momento, por ahora no puedo decirte más es...

– Lo sé – cedió Zack – de eso también quería hablarte.

Niall se sorprendió un poco ante aquello, frunció el ceño y apartó el plato de sí mismo para poder girarse en su silla y descansar el brazo en la barra.

– ¿Estás bien? – quiso saber – te... ¿te hizo algo?

– No, no – negó Zack – nada de eso, ¿pero te parece si lo hablamos en mi habitación?

Niall asintió y se puso de pie. Zack lo ayudó a recoger el plato donde Niall había dejado casi intacta su comida y después de eso fueron juntos hasta la habitación de su amigo.

Niall siempre había creído que la habitación de Zack era la mejor, no solo tenía muchísimos juegos de arcade dentro que Niall siempre quería estar jugando, tenía un balcón donde Niall siempre se sentaba a escribir y tocar con la guitarra, además de eso tenía una pared donde Sayón le permitía hacer su arte.

Sayón podía ser la peor persona con ellos, pero al menos les permitía algunas cosas que no pusieran en riesgo la banda, su banda.

Además de eso, la cama de Zack era muy cómoda, Niall lo sabía porque alguna vez habían dormido todos en el mismo cuarto, al ser el de Zack el de la cama mas grande, habían escogido esa.

Niall recordaba aquel día, era cuando habían dejado las instalaciones del concurso. Durante su primera noche ninguno de ellos había logrado dormir bien pues estaban acostumbrados a dormir cerca del otro y sus nuevas habitaciones estaban completamente separadas.

Zack avanzó entre su cuarto hasta la puerta de la terraza, salió y se colocó cerca de uno de los barandales. Niall lo siguió fuera de la habitación, supo que si Zack había querido llevar la plática afuera era por algo particular.

Zack solía pensar que Sayón tenía micrófonos en algunas habitaciones de la mansión pues en diferentes situaciones había descubierto un par de cosas de manera "accidental" y desde entonces, Zack prefería tener pláticas fuera de la casa, donde el viento o el ruido exterior pudiera dificultar que fueran escuchados.

Niall no sabía si creer o no en aquella loca teoría de Zack, estaba seguro que Sayón no pondría micrófonos, sobre todo porque no le gustaría estar siendo grabado, por mucho que él intentara controlar lo que mantenía grabado o no, podría ser peligroso y Niall sabía que Sayón no tomaba ningún riesgo a la ligera, a pesar de eso no le gustaba tomar las posibilidades a la ligera, por si tal vez se equivocaba.

The Way I Fell [N.H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora