FILM 12

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NIALL.

El rubio sintió la necesidad de marcar de nuevo cuando el chico en Malibú le colgó, pero sabía que quizás aquello no era la mejor opción. Bajó su celular, dejándolo sobre las cobijas con una sensación extraña en la boca del estómago.

Sabía perfectamente que no tenía ningún derecho de poder reclamar una explicación, y mucho menos exigirle a Ethan que hablara sobre algo que no quería, el problema era que simplemente no podía dejar de pensar en aquel último mensaje en su conversación, donde el chico le pedía ayuda.

Había quedado claro cuando el castaño había respondido su llamada que algo estaba mal, e incluso que el mensaje que no dejaba de golpear su cabeza no había sido para él. Recordaba perfectamente el momento en el que el mensaje había entrado a su celular, sí, había sucedido unos cuantos minutos antes, así que la memoria era fresca.

Llevaba acostado alrededor de quince minutos, intentando quedarse dormido aprovechando que Sayón los había dejado ir a descansar antes de tiempo, y cuando por fin estaba logrando cerrar los ojos, el celular vibró de una manera casi violenta sobre su buró, cuando lo tomó y vio el contenido del texto, el sueño se le había ido, se había sentado tan rápido como pudo y le escribió al menor, cuando este no respondió, le marcó a Olivia en ese instante.

Ahora, no dejaba de pensar en Ethan, en lo mal que había sonado antes de colgar y en que quería dormir, y al mismo tiempo se sentía mal de querer hacerlo.

Aun así, ¿Qué podía hacer estando del otro lado del mundo?

Estuvo acostado, mirando el celular esperando que quizás Ethan le marcara de vuelta, o le mandara un mensaje, pero nunca lo hizo. Aceptó que quizás esa llamada no sucedería, dejó el teléfono de vuelta en su mesa de noche, dejando el sonido encendido y con el volumen a tope por si recibía otra llamada y eventualmente se quedó dormido.

Usualmente el irlandés no soñaba, por lo cual "despertarse" en un cuarto oscuro lo tomó por sorpresa.

Niall se encontraba sentado cuando el sueño comenzó sin previo aviso. La ausencia de luz en el cuarto donde estaba hacía imposible que siquiera pudiera verse las manos, trató de ponerse de pie, lográndolo con dificultad minutos más tarde pues al no tener nada de que sostenerse o usar a modo de referencia para moverse, se le hizo complicado el poder mantener el equilibrio.

Intentó ver más allá de él mismo, pero sin lograrlo en lo absoluto. Comenzó a caminar, seguro de que podría encontrar un sendero que seguir y que eventualmente habría luz en algún punto de su recorrido.

Sin embargo, no tuvo éxito alguno y su alrededor parecía volverse cada vez más oscuro, si es que aquello era posible, comenzó a gritar, pero sus gritos terminaban ahogados por algún extraño motivo, siguió andando mientras se daba cuenta del frío que comenzaba a hacerse presente.

Trató de calentarse frotando sus brazos, aunque eso poco ayudó, se mantuvo abrazado para intentar mantener el poco calor que le quedaba en el cuerpo. Comenzó a llover, Niall miró a donde el cielo debía estar, pero le fue imposible ver algo que no fuera oscuridad; decidió seguir caminando. No fue hasta que chocó con una pared invisible, golpeándose la nariz, que decidió detenerse.

Extendió sus manos frente a él encontrándose con una especie de cristal, intentó alcanzar lo más alto de esta, pero se dio cuenta de que la pared se elevaba y elevaba más allá de donde podían llegar sus manos, incluso parándose de puntas.

Dio media vuelta, y con sus manos extendidas frente a él, comenzó a caminar de regreso, poco le duró el gusto pues se encontró tocando otra pared exactamente igual a la anterior, pensó que debía ser un error, que quizá no había dado una media vuelta, sino una completa y que seguía estando frente a la misma pared.

The Way I Fell [N.H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora