C3 • Mi Oradora Favorita

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Esas miradas entre ellas, esas sonrisas a pesar de la tristeza, a pesar del dolor, empezaban a despertar en ellas unos sentimientos que hasta este momento les eran desconocidos.  Unos sentimientos que nacieron de la admiración y que poco a poco se convertirían en algo más.

Elena: El.. el gusto es mío, Aracelis.  Yo soy Elena Castellano (dijo retirando su mano lentamente)

Aracelis: Eso lo sé (contestó con una tierna sonrisa) Bueno, Elena..¿te puedo preguntar que buscabas? ¿Te ayudo en algo? (preguntó señalando su bolso y las cosas que acababan de recoger)

Elena: Ahh.. (Suspiró volteando a ver la puerta, tocándose la frente, recordando su dilema) No encuentro la llave para entrar, y siento que este dolor de cabeza me está matando.. creo que es una migraña.

Aracelis: Lo de la llave lo podemos remediar fácilmente.

Entre las dos buscaron la tarjeta con más calma, y al confirmar que no la tenía en su bolso, Aracelis sacó su celular, marcando a la recepción. Gracias a sus influencias, Ara logró fácilmente que alguien viniera de inmediato a abrirles la puerta.

Elena la invito a pasar para agradecerle su ayuda, y si era sincera consigo misma no quería que su tiempo al lado de esa tierna rubia se terminara tan pronto.  Quería conocer más a la mujer detrás de la artista, esa que la tenía cautivada con su bella sonrisa, esa dulce voz, esa inesperada timidez que la derretía..

Elena: ¿Te ofrezco algo de tomar, Aracelis? (preguntó al entrar, frunciendo el ceño)

La verdad ya no aguantaba el dolor, no podía ocultar esos gestos, y su semblante se tornó algo pálido.  Aracelis se dio cuenta, y sintió una necesidad inmensa de cuidar de Elena.

Aracelis: A ver, ven Elena, tú siéntate y deja que yo te cuide (la dirigió al sofá)

Elena: Como crees, no te quiero incomodar..

Aracelis: No me incomodas. Además no tengo nada que hacer, y no quisiera regresar a mi habitación..

Elena: ¿Y eso por que?

Aracelis: No me hagas caso, no te quisiera agobiar con mis problemas (contestó, esquivando su mirada apenada, y cambió el tema) ¿Tomas algo para tus migrañas?

Elena: Si, el medicamento está en el baño (intentó pararse para ir por el, pero Aracelis la detuvo)

Aracelis: Tu tranquila, yo voy  (le dijo con una dulce sonrisa, que ella regresó a pesar de ese fuerte dolor de cabeza)

Elena puso a cargar su celular, y sentándose en la cama abrió su laptop para mandarle un mensaje por ahí a Miguel.  Al encenderse la pantalla apareció  lo último que Elena estaba viendo esa mañana, el vídeo musical de Aracelis cantando esa canción que la tenía obsesionada, y justo en ese momento regresó ella, con un vaso de agua y sus medicinas en las manos.  El corazón de Elena se aceleró cuando la mirada de Ara fue directo a la pantalla, y  después volteó a verla con esa bella sonrisa en su rostro, emocionada de que Elena también la viera como ella lo hacía con sus charlas.

Aracelis: ¿Escuchas a esta loca? (preguntó señalando la laptop)

Elena: ¿La de las lentejuelas? Para nada (contestó con una pequeña sonrisa)

Aracelis: Ajá

Elena: Bueno, veía este vídeo por que tenía una duda..

Aracelis: ¿Qué duda? (preguntó sentándose a su lado y dándole las medicinas y el vaso con agua)

𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora