Dos semanas pasaron. Dos semanas en las que Elena y Aracelis se mandaban mensajes y se llamaban todos los días. Esa amistad, ese cariño entre ellas creciendo cada vez más.
Para Miguel era imposible ignorar como se le iluminaba el rostro a Elena cada vez que hablaba con ella. Agregando a eso que desde que regresaron de ese viaje ya no habían vuelto a estar juntos íntimamente, Elena siempre tenía alguna excusa: dolor de cabeza, cansancio, estrés.. Todo el asunto lo tenía algo desconcertado.
Guadalajara - 10:13 a.m.
En una de esas llamadas entre ellas dos, descubrieron que coincidirían de nuevo en Guadalajara, donde Elena daría una de sus charlas motivacionales, y Aracelis tenía un par de eventos planeados.
Quedaron en verse esa mañana, y Elena esperaba a Aracelis en un café cercas de su hotel, cuando su celular sonó y el nombre de ella apareció en la pantalla.
Elena: ¡Hola, Ara! Ya estoy aquí en el café, ¿ya casi llegas?
Aracelis: Ay, no. La sesión de fotos se extendió, va para largo, pero.. ¿qué tal si te traes esos cafés y me acompañas aquí?
Elena: ¿Segura? ¿No te estaría estorbando ahí?
Aracelis: Como crees, Ele. Tu nunca estorbarías, ademas me muero por verte.
Elena: Yo también.. acepto entonces, mándame la dirección.
Tiempo después Elena llegó a la locación, cafés en mano, y se quedó asombrada al ver a Aracelis, esa mujer simplemente era una diosa.
Aracelis se encontraba rodeada de su equipo de look, una joven arreglando su pelo, otra maquillándola, pero al ver a Elena soltó un grito tan hermoso de emoción, seguido por su tierna risa, y corrió hacia ella, abrazandola fuertemente.
Aracelis: ¡Ay, Elena! Tenia tantas ganas de verte.
Elena: Y yo a ti, Ara. ¡Te ves bellísima!
Aracelis: ¿Te parece? Ando de nuevo en mis lentejuelas (dijo riéndose, y dando una vuelta mostrándole su atuendo)
Aracelis la dejó sin palabras. Tenía puesto un top rosado de mangas largas, despelucado con detalles brillantes, unos shorts blancos diminutos, tacones nudes altos, su pelo rubio suelto en ondas, y un maquillaje natural.
Elena: Por su puesto, eres una mujer hermosa (dijo mirándola a los ojos, y Ara se rió nerviosamente)
En ese momento Alfonso llegó a su lado, tomando a Ara bruscamente del brazo.
Alfonso: ¿Todavía no estás lista Aracelis? Ya deberíamos haber terminado con esto, carajo.
Aracelis: Ya lo estoy Alfonso, calma. Solo falta un retoque de maquillaje y listo (miró apenada a Elena) Mira, te presento a mi amiga, Elena Castellano. Elena, el es mi esposo, Alfonso.
ESTÁS LEYENDO
𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪𝓼
FanfictionDos mujeres de personalidades y mundos diferentes, ambas sintiéndose atrapadas en la vida que llevan. Un encuentro casual cambia sus destinos, dirigiéndolas a esa libertad y esa felicidad que ellas tanto anhelaban.