Floreria de becky, 14 de febrero
Un hombre alto y guapo entro, creo que la más dela mitad de las mujeres que estaban en este lugar se quedaron embobadas, el se acerco a mi y me quede embobada, solo pude ver sus labios moverse.
-Entonces quiero 500 de rosas rojas, las más hermosas que tenga- No entendí y me entregó la tarjeta de credito y me dedicó una mirada intimidante, la agarre con manos temblorosas y le hice su cuenta, el se alejo y se subió a su auto, apenas regrese a la normalidad y no recordaba ni su nombre ni para donde iban las rosas, él resultaba un cliente muy importante y yo lo estropeaba. Y luego recordé lo guapo que era, pero alguien asi jamas se fijaria en mi, me deprimi por un minuto y luego Carl, el tipo que me ayudaba con los encargos llegó.
-¿que sucede Beck?- El me decía así, era un término cariñoso según él, el siempre se preocupaba por mi y me cuidaba.
-Llegó un cliente importante y no se que paso, no recuerdo que rayos me dijo, solo el pedido y ya..., no recuerdo para quien era, ni para donde, ni siquiera de quien- Creo que estar sola este catorce de febrero me afectó, jamas habia encontrado mi verdadero amor y ese hombre parecía sacado de una novela.
- Hay Beck, perdiste un cliente importante pero no te preocupes, lo resolveremos- Me dio una sonrisa retorcida y yo suspire.
De pronto algo maravilloso ocurrió, ese hombre estaba en el periódico, tome rápidamente el periódico y busque la nota rápidamente.
-Carl, aqui esta, es este hombre- Suspire aliviada y luego suspire al ver al hombre, Carl me quito el periódico y me dio una mirada fulminante.
-Riven Blackstone, buscalo en internet, seguramente estas flores van dirigidas a una de sus novias, o su madre- Lo busque rápidamente y descubrí que era un hombre multimillonario, había hecho que una cafetería quebrara después de que su café se lo hubieran entregado frío, no podía perder mi florería, era lo último que me quedaba.
-Aqui esta su dirección, tiene esposa, seguramente son para ella- Me decepciono muchisimo, el estaba haciendo un gesto romántico para su esposa, pero él no parecía serle fiel a su esposa, numerosos escándalos de amantes salieron a montón.
-Y si no son para su esposa, si son para una de sus amantes- Era más un hecho, la última nota de escándalo fue de hace dos años, el que es infiel una vez, lo es para siempre- Me preocupe por su esposa, seguramente iba a pasar este catorce sola, había fotos de su esposa y a comparación con sus amantes no era muy bonita, era exactamente igual a mi. no permitiría que hubiera un corazón destrozado, pedí las quinientas rosas y las subi a la camioneta, aunque eran muchísimas pero Carl se dedicó a ir conmigo, cuando llegue a la casa era enorme, una casa hermosísima, estacione la camioneta y toque el timbre.
Una mujer de chaqueta abrió con una hermosa niña con rizos en su brazo y llevaba como un micrófono.
-Ya era hora de que llegaras, ¿donde estan las rosas?- Señale la camioneta y luego dijo algo por el micrófono. -Puedes cuidarla un momento- Era más como una orden, la pequeña me sonrió y era la sonrisa mas bonita que he visto, se parecía tanto al hombre de la tienda, luego vi corriendo a un pequeño niño con lo que parecia un avion en sus manos, me sonrió y yo sonreí de respuesta.Una señora llegó hablando de una forma extraña y me quitó a la niña de los brazos y se llevó al pequeño, la señora de la entrada llego y tomo mi brazo.
-Tu que sabes de esto, donde quedarian mejor las rosas-Era una habitación enorme, era un dormitorio.
-Podrían ponerlas en cerca de aquellas cortinas, o en el baño- Se escuchó que llegaba un auto y bajaba una señorita muy arreglada y era muy guapa, seguramente era la amante.
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Not alone
RomanceBarbara Romanoff, una mujer inteligente, no usa maquillaje ni ropa que muestre de mas. Riven Blackstone, un hombre mujeriego, frío pero extremadamente guapo. A Barbara jamas le había importado vivir en un matrimonio sin amor, pero ¿que pasara cuando...