Not alone

Capítulo 11

Barbara

 

Tocaban mi puerta como si fueran a tirarla, eran más de las 3 de la mañana, pero lo que encontré me dejó más que sorprendida, era Riven que estaba muy borracho.

 

-Pero Barbara, ¿que haces en mi cuarto?- Apenas y le podía entender, tuve que agarrarlo antes de que se callera encima de mi, lo ayude a entrar y empezó a cantar algo que no pude descifrar.-Eres una hija de puta, pero eres tan hermosa- Alargó el tan, lo senté en la cama antes de que se cayera, ya que era algo pesado y me arrepenti de no haber ido al gimnasio antes.

 

-Será mejor que te estés quieto, ¿cuánto bebiste?- Apestaba a whisky, de momento empezo a reir.

 

-Me acuerdo cuando Rachael se puso así de borracha, la extraño tanto- Empezó a sollozar, yo no sabía qué hacer, en mi suit había una cafetera, le prepare un café. Sentí unos brazos en mi cintura y luego un beso en mi cuello, sabía que estaba borracho y no me acostaria con el.Trate de alejarme pero el cayo y yo encima de el, se empezo a reir y luego me dijo algo que no pude entender.

 

-Eres una bruja, cuando te conoci pense que eras la mujer mas mojigata que había visto, pero luego cuando cambiaste te desee como un loco- Me levanté y lo ayude a regresar a la cama, dormiría en mi cama ya que no podía mandarlo al sofá o ayudarlo a llegar a su habitación, él era muy grande y muy pesado. Empezó a besarme y trato de quitarme la bata que llevaba puesta, luego se alejó y se recostó en la cama, se quedo dormido, no dormiria con el, asi que me dormí en el sofá, asimilando lo que acababa de pasar.

 

Riven

 

Me desperté con un dolor de cabeza insoportable, todo me daba vueltas, luego una pequeña sombra llegó a mi mente de cuando estaba besando a Barbara pero ella no estaba a mi lado, camine hacia la sala y la encontré en el sofá durmiendo incómodamente, la tome en brazos y la acomode en su cama, al parecer llegue borracho y sin recuerdos de lo que paso ayer, solo seguía tomando, trago tras trago tratando de olvidar al que era el amor de mi vida.... Rachel.

 

Me fui a mi suite y me di un baño, me prepare un café y encontre unas pastillas para la resaca, unos golpes hicieron agarrar a golpes ya que la cabeza me estaba matando, Barbara se encontraba medio adormilada del otro lado y con su bata de seda que le quedaba como un guante.

 

-¿Puedo pasar?- Me hice de lado y ella entró poniéndose cómoda en uno de los sillones.-¿Como amaneciste?-

 

-He estado peor, gracias por lo de ayer se que dormiste incómoda- Ella solo miro hacia la ventana y regresó sus ojos grises hacia mi.

 

-No podía mandarte al infierno en el estado en el que estabas- Una sonrisa burlona apareció en mi rostro.

 

-Hice algo ayer, es decir te lastime- Ella solo soltó una risa y nego.

 

-Te caiste conmigo encima así que, yo fui la que te lastime- Una sonrisa salio de mi, me di cuenta que era la primera vez que no terminamos peleando, mi plan estaba resultando a la perfección, cuida tus espaldas Barbara, que no tendré piedad de ti.