Capítulo 23

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Barbara

 

Había pasado como veinte minutos mirando el teléfono de mi oficina, dispuesta a llamar a Rachael. Cuando me llenaba de valentía para llamarla, colgaba.

La chica de recepción me dijo que me buscaban, una mujer rubia que pedía hablar conmigo, no tenía nada que hacer, mi cobardía no me dejaba terminar con el problema con Rachael.

Una chica rubia, bajita pero voluptuosa entro a mi oficina, se veía molesta y tomó asiento antes de que yo se lo pidiera, parecía como si se hubiera arreglado para venir a verme. Me miró por varios segundos sin hacer nada y luego me analizo, seguía arreglandome, había cambiado de imagen y me gustaba como me veía, en ese momento llevaba un vestido ceñido, con escote pero discreto. Era editora de la revista Vogue, debía lucir como si me interesa la moda, debí de haberlo sabido después de que hace un año conocí a la editora en jefe Anna Wintour y me dio una mirada reprobatoria al ver como lucia.

-¿Se te ofrece algo?- La chica me miro enojada y desvió la mirada.

-Eres toda una competencia- Yo no sabia de que me hablaba, ¿competencia de que?-Eres una mujer guapa, exitosa y tu cuerpo es perfecto- La mire confundida. -Mi prometido ha estado contigo, ¿quiero saber desde cuando?- Parecía a punto de llorar y vi que abrazaba su bolso.

-¿De qué hablas?- Un temor de que Riven haya vuelto a las andadas, si esa mujer estaba hablando de Riven definitivamente Riven me desilusionaron más de lo que mi madre lo ha hecho.

-Ludovic, los he visto juntos, contrate a un investigador ya que el hace más de un mes que salió de Francia y se ve más distante- Ahora si que estaba confundida.

-No se quien es ese Ludovic, señorita usted esta cometiendo una equivocación, porque no le pregunta mejor usted a su prometido y deja de estar tan histérica- Aunque esa mujer se veía vulnerable, se me estaba colmando la paciencia. -Si me permite, estoy ocupada- Me levante a escoltarla si era necesario hasta la salida del edificio.

Sacó algo de su bolso y aventó en el escritorio fotografías.

-Usted es esa mujer, además está casada y luce muy feliz con su marido, hay muchos escándalos que han salido a la luz y este será uno de los mejores, y su matrimonio por supuesto- La mire con rabia.

Tome una de las fotografías y me quede sorprendida.

-Este no es Ludovic, este hombre se llama Esteban Romero- Ella me miro confundida.

-No es verdad, ese hombre es mi prometido- Los nervios se le había pasado.

-A este hombre lo conocí en Madrid, y es español, ¿su prometido es español?-

-Ludovic es francés, no entiendo que pasa- Sacó su móvil.

-Espere, ¿cual es el nombre completo de su prometido?-

-Ludovic Alexandre Rousseau Fontaine-Me quede de piedra, Fontaine era el apellido de mi madre. Debía ser una terrible coincidencia. Hice una llamada y pedí toda la información de Ludovic o Esteban. Le ofrecí un café pero creo que por lo que estaba pasando pedí dos tragos.

Veinte minutos después me llegó todo. Era abogado y si estaba comprometido con Lisange Allamand. Pero lo que me dejó más sorprendida fue su acta de nacimiento.

-Yo no tengo nada que ver con Ludovic, al parecer el es mi hermano- Ni un trago me haría relajarme. -Al parecer nos han visto con cara de estúpidas, él se estaba pasando por un español, tenía el acento y ya vi porque tanto interes en mi, no te contactes con él por hoy- Ella asintió y se fue. Hoy era la fiesta de cumpleaños de mi madre, le iba a dar el mejor regalo de todos. Lastima que solo esté la familia para ver esto.

Not aloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora