Capítulo 12: Escuchar a escondidas

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-¿Qué haces aquí, Arabella? -pregunta Draco, enfadado.

-¡Hola Draco! Como era muy temprano, pensé que no os importaría que comiera con ellos. -contesta ella.

-¿Puedo hablar contigo... a solas? -comenta Draco mirando despectivamente a todos los presentes en la mesa.

-Espera un segundo. Voy a terminar de comer y ahora voy. -responde Arabella.

Draco se queda allí, de pie, mirando a Arabella fijamente, lo que termina incomodándola. 

-¿De verdad te vas a quedar ahí de pie esperando que termine de comer? No seas ridículo y siéntate aquí. -dice Arabella, y mueve una silla que tenía justo al lado para que Draco se siente.

Este la mira con cara de odio, pero termina sentándose a su lado. Arabella sabe que puede que ocurra una catástrofe en la mesa, así que se apresura en comer las albóndigas y las patatas, comiéndoselas enteras en vez de a trozos. Todos guardan silencio, porque ninguno quiere romper el hielo, hasta que Draco decide que empezará él la conversación.

-Bueno, veo que todos vais equipados para jugar al quidditch. 

-Sí. Arabella fue a las pruebas de Slytherin, y nosotros íbamos a entrenar después. -se atreve a contestar Harry.

-¿Y por qué no estáis entrenando Potter?

-Por que Oliver lo dijo así.

-Vaya, con lo que le gusta una escoba... ¿nunca os habéis planteado que quiere entrenaros tanto porque sabe que no servís para nada? -contesta Draco.

Harry aprieta los puños con fuerza, mientras que Ron y Hermione se miran cómplices de lo que pueda suceder. Fred está a punto de saltar, George sonríe sarcásticamente mientras que mira al suelo, y Ginny se ha ido de la mesa casi sin ser vista. Arabella empieza a comer a una velocidad impresionante, porque no quiere ser testigo de lo que va a pasar, sea lo que sea.

-Arabella, ¿no le has contado a Draco que vas a ser la nueva buscadora de Slytherin? -dice Fred sonriente.

Draco abre los ojos lo máximo que puede y mira a Arabella muy enfadado, pero como ésta tenía la boca llena, al escuchar la noticia se ha atragantado con un trozo de albóndiga. Arabella empieza a toser exageradamente, y todos creen que lo hace para salvar la situación, pero cuando esta se empieza a poner colorada, todos se levantan para ayudarla. Draco es quien golpea la espalda de Arabella con su mano, y después de cuatro toques, Arabella se traga el trozo de comida y puede volver a respirar con normalidad. Todos excepto Fred, Draco, y ella misma se ríen buscando aliviar la tensión que se respira en el ambiente.

-Te espero en la sala común, no aguanto estar rodeado de tanta gentuza a la vez. -dice Draco.

-Por aquí también te queremos. -contesta Fred.

-No Draco, ya he terminado de comer. Esa última albóndiga me ha quitado el apetito. -dice Arabella, que ya de pie puede escuchar la risa de varios de sus amigos.

Draco sale del gran comedor muy deprisa, y ella intenta seguirle el ritmo, aunque no lo consigue porque está demasiado cansada.

-Draco... Draco... ¡Draco! -grita Arabella mientras corre por el pasillo. 

El chico se gira y mira fijamente a Arabella, como intentando sonsacarle algo.

-¿Ahora necesitas que te espere? ¿No crees que te falta resistencia física para quitarme mi puesto?-dice Draco alzando un poco la voz. 

-Draco por favor, déjame que te lo explique... 

-¿Explicarme qué Arabella? ¿Qué te has estado riendo de mí a mis espaldas con esos traidores de sangre?

La magia de los secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora