La magia de los secretos

Capítulo 24: Siempre hay algo que ocultar

Jueves 13 de noviembre, 07:56

-Menos mal, con todo lo que has tardado casi me voy sin ti. -dijo Draco con enfado.

-¡Pero si sólo he tardado un minuto! -replicó ella.

-Un minuto, una vida... ¡la puntualidad es importante!

-Lo que tú digas. Es muy temprano para discutir. ¿Los demás vienen con nosotros?

-Supongo que sí, pero llegan tarde, los esperamos en el comedor.

-Qué servicial.

-Tanto como tú puntual.

-Touché.

Arabella y Draco habían pasado semanas sin hablarse en los que ella siempre salía a la hora que el primer día el le indicó, a las ocho menos cinco, pero él había estado saliendo todos los días cinco minutos antes para no cruzarse con ella. 

Por primera vez en lo que les parecía una eternidad, los cuatro se sentaron a la mesa a desayunar y conversaron de sus cosas. Cuando a Arabella le preguntaron por el cabestrillo, ella simplemente dijo que había tenido un accidente en la ducha y todos la creyeron.

Como todos los jueves, caminaron juntos hacia la clase de artes oscuras que impartía el profesor Lupin. Cuando iban a llegar a la clase, Pansy se apartó un poco para hablar con Arabella.

-¿Te importa que me siente con Blaise hoy? Es que acabamos de reconciliarnos y me gustaría que se diera cuanta de que quiero pasar tiempo con él.

-Ve con él, así yo podré sentarme con Draco, que por mucho que proteste sé que me echa de menos, al igual que yo a él. 

-Gracias Arabella, eres la mejor.

-Tú también eres la mejor. También te digo que a mí también me gustaría pasar más tiempo contigo sin Fred y George, ya sabes, como antes. 

-Yo también te echo de menos. ¿Sabes qué podemos hacer? Una fiesta de pijamas, sólo las dos.

-Me parece una idea estupenda. -dijo Arabella y estrechó a Pansy con su brazo izquierdo. 

-¿Vais a venir o qué? -preguntó Draco de malas formas.

-Ya empezamos. Suerte con él. -respondió Pansy y fue con Blaise.

-¿Quieres sentarte conmigo Draco?

-No tengo elección. Crabbe y Goyle se sientan juntos, y Blaise se ha sentado con Pansy.

-Sí, qué remedio. -señaló sarcásticamente Arabella.

Juntos entraron en el aula y se sentaron en una de las últimas filas a la derecha, delante de Pansy y Blaise.

-Es raro que el profesor Lupin se retrase.

-Le habrá entrado un apretón.

-Pero mira que eres bruto Blaise.

-¡Es lo más normal después de un café!

Arabella sonrió por la conversación que mantenían sus compañeros, y Draco lo notó, pero no dijo nada. Le gustaba verla sonreír, y si le decía algo, seguramente no lo haría más. De un momento a otro, la puerta se abrió de golpe dando paso al profesor Snape, que comenzó a cerrar las ventanas con su varita mientras los alumnos cuchicheaban a su paso.

-¿Qué crees que le habrá pasado al profesor Lupin? -preguntó su compañero de mesa.

-No tengo ni idea. 

El profesor llegó al fondo de la clase donde se encontraba su mesa, y tiró de una cuerda que bajó una pantalla blanca donde los alumnos suponían que iba a proyectar algo.