CAPÍTULO 34

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—¡Demonios Erick se desmayó! —grito Ana asustada al ver al Omega de esa forma tan vulnerable.

—No importa —respondio cómo si nada—. Llevemos lo a mi departamento, no pienso llevarlo al suyo porque seguro ese imbécile estará allí pronto.

—¿Y qué hacemos si no le parece la idea cuando despierte?.

—¿Crees que ahora quiera verlo?, Es obvio que lo odia por engañarlo.

—NamJoon no lo hizo—chasqueo su lengua con molestia—. No puedo creer que forme parte de esa maldad que le hacen a personas buenas.

—Ellos tienen la culpa —dijo enojado ya con el cuerpo de Jin en sus brazos—. Así que pon de tu parte si no quieres terminar mal, ahora. Abre la puerta del auto que con el cuerpo en mí, no puedo hacerlo.

Ana con mala gana y una cara de pocos amigos obedecío y luego de que Erick cerrará la puerta se dispuso a subir, ella quería hacer lo mismo, pero el Alfa fríamente la detuvo.

—¿Y tú qué crees que estás haciendo?—encarno una de sus cejas y la miró de mala manera.

—¿Ir contigo?.

—Eso no será necesario, apartir de ahora me hago cargo solo de SeokJin. Tú vete a tu casa y cuando te vuelva a necesitar te busco, y ya sabes no digas nada o tu papito paga.

Subió al auto sin nada más que decir y se colocó el cinturón, poniendo en marcha el vehículo miró por el retrovisor como se encontraba Jin. Aún no despertaba y eso le tranquilizó porque podía llevarlo sin quejas.
Al cabo de casi media hora, llegó a su edificio donde estaba su departamento. Volvió a llevar el cuerpo en sus brazos, colocó el número respectivo y subió.

Al ya estar dentro del departamento, llevo al Omega a su habitación. Hoy tenía la suerte que tenerlo a su lado gracias a la astucia y simpatía de su querida Lucía, sirvió de algo que se sean casi familia, en ese caso.

—Todo salió perfecto —rio contento y mirando el rostro desahuciado de Jin en la cama—. Sé que ahora estás muy decepcionado de ese imbécil, y eso es más un punto a mi favor.

Colocando sus largos dedos por el rostro fino de Jin, se levantó para bajar hacer una llamada. El Omega aún no despertaba.

—¿Que está haciendo ahora? —pregunto desde la línea telefónica.

—Aun no despierta —respondio ella—. Creo que me pase del número de gotas que le dí en el agua, me preocupa.

—Tonterias, sólo se mezcló con el trago que ya había consumido.

—Espero sea así, ¿Y el Omega, dónde está?.

—Aqui conmigo obviamente, no tengo plenado dejarlo sólo. Ahora es cuando más necesita de atención por el engaño de su esposo.

—Te dije que esto iba a funcionar —rio feliz—. Dile a esa secretaria de NamJoon, que se encargue de enviar las fotos que tomó, de mi y Nam en su oficina abrazando nos.

—Eso dalo por echo, ahora no dejes que se vaya por esta noche de tu casa si llega a despertar antes. Tiene que darse cuenta a la mañana siguiente que su esposo no está en casa, que sepa que su Omega paso la noche en mí departamento.

—Seguro —contesto por último y colgó.

Volviendo a subir al cuarto donde Jin se encontraba, noto que esté ya estaba sentado sobre la cama con la cabeza entre sus piernas y sus brazos al rededor de  las piernas, abrazando con mucha fuerza. y se escuchaba los pequeños sollozos que dejaba salir por el dolor tan desgarrador que sentía en su alma, él y su Omega estaban muy mal. Pues su Alfa les había engañado, a tan solo un día después de decirle que lo ama y volver a marcarlo como suyo, y que es todo para él.

¿Qué es el Amor? NamJin [Omegavers] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora