Capítulo 5. Nostalgia.

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Capítulo V. Nostalgia.

Asana.

Antes de irme le había prometido a Mark que no lo haría, le había prometido que no cazaría por despecho, al igual que le había prometido que no me internaría en el bosque, pero tuve que romper mi promesa. Asimismo, le había prometido que llegaría antes de las diez y media de la noche, ya que tan sólo eran las nueve y media. Únicamente había dormido media hora.

Al salir de la guarida para caminar, estaba tan furiosa por el sueño que había tenido, Marisa diciéndome aquellas palabras, que, lo único que podía calmarme, era matar a un licántropo. Era por ello que, por segunda vez en aquel día, me encontraba corriendo con un licántropo persiguiéndome.

Sin embargo, el licántropo que ahora me perseguía, sí pertenecía a una manada, lo sabía porque llevaba una marca en el brazo, la cual representaba que pertenecía a una manada. En cambio, el que había matado hacía casi una hora, no pertenecía a ninguna manada. Iba por libre. Era uno de los llamados licántropos salvajes, aquellos que son solitarios y matan a seres humanos y, algunos, los devoran. Me dan asco.

Cada manada tiene su propia marca, algo por los que se les conoce. Por lo general, la marca va relacionada con el nombre con el que ellos mismo dan a conocer la manada, pero, otras, no tienen nada que ver, simplemente es una marca de identificación.

Nuestra marca, por ejemplo, no tenía nada que ver con el nombre con el que nuestra manada era conocida, ya que nuestra manada recibía el nombre de "Twin Moons" y nuestra marca no eran dos lunas gemelas ni nada parecido, sino que era un tribal que cuya parte izquierda y parte derecha son exactamente iguales. Una es el reflejo de la otra. Me gusta más nuestra marca que si hubieran sido dos lunas gemelas.

Como no quería romper al menos mi promesa de no internarme en el bosque, y mucho menos cuando Mark me había dicho que me daría más libertad en ciertos asuntos y me retiraría su confianza al enterarse de que me había internado en el bosque, decidí dirigirlo hacia un callejón oscuro, ya que podríamos luchar como si del bosque se trata. Lo único malo de hacerlo era que debía estar atenta y que, después de matarlo, tendría que limpiar lo que ensuciara, pero esto no me importaba mucho si así podía matarlo.

Así pues, mientras seguía corriendo con él persiguiéndome, cambié de dirección para dirigirme así hacia el callejón más cercano, que, por suerte, no estaba muy lejos. No es que estuviera cansada de correr, sino que tenía ganas de acabar con él de una vez.

Corrí aún más rápido para llegar antes, pero el licántropo pensó que lo que quería era huir y se abalanzó sobre mí, haciendo así que diéramos varias vueltas hacia delante. Al detenernos, habiendo quedado él encima de mí, comenzó a metamorfosearse en humano.

Necesitaba que estuviera en su forma de licántropo, si no, no podría matarlo, por lo que rápidamente, y haciendo uso de mi rodilla y con ayuda de mucho impulso, lancé su cuerpo desnudo por encima de mi cabeza, cayendo así de espaldas. El impacto con el suelo fue muy estruendoso, pero, por suerte, estabas alejados del bullicio de la ciudad.

Antes de que pudiera recuperarse, me puse en su lado derecho para poder cogerlo por el cuello con ambas manos y lanzarlo así hacia la pared que tenía justo detrás de mí. Giré con tanta fuerza que, en lugar de estamparlo contra la pared como esperaba hacer, lo estampé contra la esquina de la pared. El sonido de huesos quebrados que produjo en ese momento, me puso los pelos de punta, me recordaba al día en que Khalil me rompió todos los huesos, y, en aquel instante y con aquel sonido, volví a sentir lo que aquel día, como si me estuviera pasando de nuevo. Caí de rodillas al suelo.

En el suelo, apoyé las palmas de mis manos en el suelo y comencé a jadear, sentía el dolor que aquel día sentí, en menor medida por suerte.

Intentaba respirar y dejar de sentir aquel dolor por todo mi cuerpo, pero me era una labor ardua en aquellos momentos, y no sabía el porqué. Me había ocurrido más veces, cuando le rompía a alguien los huesos o lo estampaba contra la pared y escuchaba el sonido que producían sus huesos, sin embargo, en aquel momento, me estaba durando más tiempo del normal. Aquello comenzaba a preocuparme.

Werewolf' s Hunter [pausada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora