Capítulo 14. ¿Hombre desconocido?

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Capítulo XIV. ¿Hombre desconocido? 

Asana.

<< Aquí yace la parte humana de Asana Allen Walker >>. Éstas fueron mis últimas palabras pronunciadas, y, francamente, no me costó decirlas, ya que no sólo salieron de mi boca una tras otra, sino que también salieron de mi corazón.

Hasta aquel momento, yo no supe que tenía una tumba, no sabía que mi hermana, pese a no tener mi cuerpo, el cual fue supuestamente devorado por unas bestias, me había hecho un funeral, y mucho menos, enterrado simbólicamente en una tumba de mármol gris. Y, fue en el preciso momento que me enteré de esto, cuando comencé a pensar así, que allí yacía mi parte humana.

Mi vida, tal y como la había conocido, terminó el día que, una servidora y un grupo de supuestos amigos, decidieron muy ingenuamente ir a Castillo Sombrío, el cual era famoso por sus múltiples historias sobre bestias sin corazón que te arranca el tuyo para devorarlo.

Aquel mismo día comencé mi nueva vida, dejando atrás la antigua y todo lo que ella suponía, dejando asimismo atrás a Asana Allen Walker, una persona más de la ciudad de Midnight Town para ser Asana Allen Walker, miembro de la manada de licántropos Twin Moons y alfa de alfas. Sonaba bien pese al hecho de que aún no supiera el porqué de esto último.

Quizá pudiera sonar fría, pero me alegró, por una parte, dejar aquella vida, ya que, en aquel momento, había comenzado a pensar que era muy superficial y sólo era trabajo y trabajo. Me apasionaba mi trabajo, pero, al alejarme de mi vida y de él, había comenzado a darme cuenta de que está bien tener un trabajo y que además sea tu pasión, pero no puedes convertirlo en tu vida, y yo había comenzado a hacerlo.

Sí que, por la parte que a amigos y familiares respecta, no me alegraba en lo absoluto haber dejado la vida que estaba llevando hasta que Khalil apareció en mi vida. No lo había llegado a conocer tanto como me hubiera gustado, claro que eso no lo pensé cuando me mordió y rompió todos mis huesos, pero sí que, después, tras analizarlo y oír hablar, por parte de todos, maravillas de él, me había quedado una sensación de vacío en el pecho que jamás podría llenar. O así lo creía yo.

Volviendo a dejar la rosa en su lugar, así como todas las demás, ya que lo que menos queríamos es que la gente comenzara a pensar que alguien entraba en el cementerio y perturbaba mi tumba, Yann volvió a cogerme de la mano y, guiándonos haciendo memoria de las veces que había torcido hasta llegar a mi tumba, logramos llegar al muro. Claro que no por la zona por la que habíamos venido.

Al llegar hasta él, lo escalé yo antes que Yann y, sin esperar a que éste escalara y llegara hasta la parte de arriba, di un salto hacia delante, para caer así de pie al suelo, desde donde, girando medio cuerpo, vi cómo Yann llegaba a la parte alta del muro y, sin pensárselo mucho, saltó y cayó al suelo de pie.

Se acercó a mí con una sonrisa de medio lado en sus labios y las cejas levantadas, acciones que yo interpreté en señal de por qué no le había esperado. Pero, así como no le había esperado, tampoco podía esperar que le diera una respuesta, ya realmente no tenía una explicación a ello.

- ¿Una carrera? - le pregunté mirando hacia delante, en dirección al bosque.

Yann no me contestó, simplemente sonrió y, poniéndose a mi lado, se puso en la posición que un atleta se pone para correr y, desde esa posición, me miró, y, sin quitar la sonrisa de sus labios, me dijo:

- Prepárate para la paliza de tu vida. - me dijo con su petulante sonrisa y guiñándome un ojo.

Si anteriormente no había tenido pensado ponérselo fácil, en aquel momento, ante sus palabras y su petulancia, no iba a ponérselo nada fácil. Claro que no llegaría hasta el punto de hacer trampas, como en ocasiones hacía él.

Werewolf' s Hunter [pausada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora