Capítulo 21. Reencuentro.

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Capítulo XXI. Reencuentro.

Asana.

Estando aún abrazados, Yann comenzó a caminar hacia la puerta, para colocarse tras ella. No me hizo falta preguntarle el porqué, ya que yo también había escuchado los pasos de mi hermana dirigiéndose hacia la habitación en la que estábamos.

Cuando mi hermana abrió la puerta, Yann me pegó más hacia él, haciendo que yo bajara la mirada, ya que estábamos demasiado cerca.

En ese momento deseé que mi hermana terminara rápidamente lo que estuviera haciendo o fuera a hacer para así poder salir Yann y yo de allí. No soportaba tener a alguien tan cerca de mí, y mucho menos si de ese alguien tengo indicios para creer que puede estar enamorándose de mí.

Cuando alcé un poco la mirada, simplemente para que no se me notara que la bajaba por incomodidad, vi que Yann me estaba mirando, pero, al alzar yo la mirada, él la desvió. En ese momento, mi hermana se dirigió hacia la puerta y, saliendo de la habitación, cogió el picaporte estando medio fuera, y salió de la habitación cerrando la puerta.

Esperamos unos segundos hasta escuchar los pasos alejarse, es decir, a que mi hermana volviera a la planta de abajo de la casa, cuando estuvimos seguros, me separé rápidamente de Yann y me dirigí hacia mi sobrina, ya que, aunque no supiera lo que hubiera hecho mi hermana, estaba segura de que habría sido para la niña, lo cual me servía de perfecta excusa para separarme de él rápidamente.

Cuando me dirigí hacia el moisés, aparté el velo para así poder verla mejor, y, en ese momento, vi que algo había cambiado en su muñeca derecha, la cual tenía fuera, asomándose por encima de la manta que la cubría, en ella, una esclava de oro brillaba. Era la esclava que Yann había comprado y Yaron y su novia le habían entregado a mi hermana en mi nombre. Era de cadena simple, de oro, con el nombre escrito en letra cursiva.

Al querer ver cómo estaba escrito lo que ponía en el reverso de la esclava, cogí con delicadeza el brazo de la pequeña Asana y lo alcé un poco, lo suficiente para poder girar la esclava, al menos la parte del nombre, y ver cómo estaba escrito. En letra cursiva también.

Al tener su pequeño brazo alzado, giré un poco la esclava, para poder ver el dije de oro del lobo. Con aquello supe que siempre me llevaría con ella.

Había sido todo un detalle por parte de Yann haber ido a una joyería de la ciudad para grabar mi nombre, el que sería también suyo, y aquella frase con la que tan presente me tendría, así como con el dije del lobo, salvo que su significado, sólo lo sabíamos mis hermanos y yo. Aunque, si mi hermana se lo enseñaba a Marisa, Dean, Crystal o Jared, y le explicaba quién se lo había traído y diciendo qué, también sabrían el significado de ese dije de lobo. Sin embargo, no creí que se lo fuera a contar, teniendo en cuenta lo que Yann me contó que les dijo y lo que le hizo a Jared, aunque quizá a él si se lo contara, pero lo cierto era que él no me preocupaba.

Le dejé de nuevo la esclava tal y como mi hermana se la había colocado, así como el brazo, y, poniendo el velo de nuevo cubriendo el moisés, me giré hacia Yann y le sonreí a modo de agradecimiento. Mi sonrisa fue sincera, pero lo cierto era que estaba incomoda haciéndolo, ya que no quería que le sirviera para malinterpretar la situación.

Antes de que pudiera decirme nada, me giré hacia la ventana, dispuesta a salir, pero, cuando fui a salir por la ventana, Yann me cogió del brazo y me echó para atrás, me guiñó un ojo y salió él primero. No entendí por qué lo había hecho, aquello no era una carrera para ver quién salía y bajaba antes.

Cuando salí por la ventana, comencé a bajar por la pared casi sin esfuerzo, por lo que, yendo demasiado confiada, se me resbaló el pie derecho y, al no esperármelo, solté las manos y caí hacia el suelo, pero no llegué a tocarlo, puesto que Yann me cogió en brazos a tiempo.

Werewolf' s Hunter [pausada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora