¡EN ESTA NO!

Capítulo XVI.

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Esto era una maldita pesadilla.

Era peor que verte a ti mismo frente a frente un día cualquiera y sin esperarlo, era mucho peor que ver a una persona con tus mismos gestos. ¡Claro que lo era!

¡Era mucho peor!

No podía creer lo que veía, porque no solo estaba asombrado por enterarme de que los hombres pueden tener bebés creciendo dentro de ellos, sino porque era demasiado, todo lo era, ver a Type llorar, gritar, y pedir con la mirada que no le arrebataran a esa futura personita que crecía en él. Me estaba volviendo loco.

Era una sensación horrible.
Hasta podía jurar que sentía lo que él vivía.

-- ¡THARN! ¡ME DUELE, ME DUELE MUCHO!

Todo estaba saliéndose de control, Tharn cargaba a Type para llevárselo directo a no sé dónde, y yo no sabía que hacer o a dónde ir.

-- ¡Todo va a estár bien! ¡Todo va a estár bien!

Trataba de repetirlo aunque las tres personas que estábamos aquí, sabíamos que tal vez no era así.
Tharn caminó a la salida, comenzaba a mancharse de ese líquido rojo y Type comenzaba a desmayarse, su cara se volvía pálida, sus ojos se cerraban y salimos de la habitación.

-- ¡¿A dónde vas?! -- me mira Tharn al bajar las escaleras.

-- ¡Al baño idiota! -- dije asombrado con la estupidez de su pregunta.

-- ¡No puedes ir!

Me quedé en silencio, me quedé en las escaleras de pie y lo recordé, yo no podía salir, yo no podía ayudar a Type y solo debía esconderme, mirando como desaparecían bajo las escaleras y recordaba sus ojos sin esperanza.

¡La puta madre!

Iba a bajar y correr tras ellos, sin importarme que me vieran, porque yo solo quería correr, alcanzarlos y tomar su mano, decirle que todo iba a estár bien pero solo podía quedarme parado como idiota.

-- ¿Ya viste? Tan serio que se veía Type...

Escuché allá abajo, quería patearles el culo pero en vez de eso, corrí a la habitación y me encerré. Pegué mi espalda a la puerta, tapé mi rostro y poco a poco comencé a deslizarme por la puerta.

Y lloré.

Cómo niño al ser castigado y me desahogué, por ese bebé que no tenía nada que ver, por no cuidar de Type como lo prometí, y por pensar solo en mí, en volver, sin siquiera preguntarme cuanto es que ese chico me necesita.

-- No puedo quedarme aquí.

Limpié mi ojos, corrí por la habitación en busca de una gran sudadera, unos buenos lentes negros, un gorro gris y el cubre boca. En cuanto me puse todo lo que encontré, salí de la habitación, corriendo por el pasillo, las escaleras y aventando a todos los que se ponían en mi camino, algunos me gritaban palabras groseras pero otros solo me miraban confundidos.

-- ¡¿Qué te pasa idiota?!

Caí al suelo, me llevé un gran golpe con la espalda de alguien, y ahora ambos estábamos en el suelo, quejándonos por lo ocurrido pero noté que los lentes se me cayeron, pero al levantar la vista, pude ver al más grande idiota que jamás había conocido y se sobaba la cadera.