Obscure | Zodíaco [TERMINADA]

V - Salvar al mundo

Sarah estaba recostada sobre las sábanas, observando fijamente el rostro exhausto y pálido de Aaron. Ella estaba muy preocupada por él, y no se movía de su lado, quería estar cuando Aaron despertara.

Acarició la mano del muchacho mientras recorría la alianza en su dedo anular. Sonrió al recordar que hace bastante tiempo, Gemma estaba aburrida y preparó una ceremonia en una iglesia abandonada. Aaron encontró dos alianzas y simularon una boda entre ellos. Pera tener la excusa de beber, comer y cantar canciones hasta el amanecer, los tres juntos.

Esa noche, descuidaron un poco sus provisiones, pero la verdad es que lo merecían. Habían estado mucho tiempo vagando por todos lados sin poder descansar hasta que llegaron a ese pueblo, que fue tranquilo al menos por un mes.

Pero ella sabía que esas alianzas no fueron sólo producto del aburrimiento de los tres; ella estaba enamorada, muy enamorada. No creyó que conocería el amor verdadero tan pronto y mucho menos en el aparente fin del mundo.

Las palabras de Aaron esa noche fueron mágicas, él podía ser muy romántico cuando quería, y aunque Sarah fingía ser un poco más fría, le fascinaba lo tierno que su amado podía ser.

– No aguanto ver como no despierta– susurró Sarah percatándose de la presencia de Gemma.

– Él sólo necesita tiempo– dijo Gemma intentando tranquilizar a Sarah.

Pero no funcionaba, Sarah tenía los nervios a flor de punta, y nuevamente comenzó a llorar, con tan sólo pensar que Aaron podría no despertar.

– Necesito tomar aire fresco– suspiró Sarah atravesando la puerta, pero su ronca voz la detuvo.

– Sarah– dijo Aaron con los ojos entrecerrados, paralizando la respiración de la muchacha.

– Mierda– Sarah apretó sus labios escondiendo sus ganas de llorar y se acercó rápidamente al muchacho.

– He estado soñado contigo a pesar de que pensaba que ya estaba muerto– dijo el muchacho observando a su amor.

– Desde que te conocí has estado jugando con la muerte Aaron y casi me matas del susto todas las veces– se sinceró Sarah acariciando el rostro del muchacho.

– Lo siento pero aún no planeo morir– sonrió arrogante.

– Te conviene– dijo Gemma acercándose a los muchachos.

– Todo se lo debes a Gemma, ha estado brillante– dijo Sarah observando a la muchacha.

– No es para tanto, ella te ha traído hasta aquí– comentó Gemma.

– Lo único que sé es que ustedes dos son mis ángeles– dijo Aaron con una sonrisa.

– Bien, Gemma, atiende sus heridas y lo que tú sabes hacer– dijo Sarah tomando su abrigo– Nos vemos en un rato– habló mientras se colocaba sus botas.

– ¿Qué? ¿A dónde vas?– preguntó Aaron preocupado.

– Ya lo sabes– respondió Sarah.

– No irás– dijo Aaron intentado pararse.

– Ey, tranquilo– lo detuvo Gemma– Tienes que hacer reposo, aunque lo detestes, lo entiendo.

– Voy a ir, Aaron– dijo Sarah cruzada de brazos.

– No puedes hacerlo– dijo Aaron mostrando su enojo.

– Claro que puedo– dijo Sarah acercándose a él.

– Es decir, sí, claro que puedes– se retractó Aaron a duras penas– Pero no quiero que lo hagas ,mira lo que me hicieron estos tipos– apuntó a su abdomen.