Obscure | Zodíaco [TERMINADA]

VIII - El único sobreviviente

Los jóvenes se encontraban en el viejo y pequeño hotel que Benjamín le había cedido a Aaron como su refugio temporal. No era muy grande ni moderno, tenía un estilo a la antigua pero estaba alejado de las carreteras principales, sólo un pequeño caminito de tierra llevaba a los conductores hacia ese pequeño hotel, donde las personas simplemente iban para alejarse de las concurridas ciudades y descansar en paz.

– Vamos, pasen– dijo Sarah con tono alegre.

– Siéntense como en su casa– agregó Aaron mientras esperaba que todos entren.

Se reunieron en lo que parecía ser una sala de espera bastante cómoda y comenzaron a dejar allí los pocos bolsos cargados de provisiones.

– Es pequeño pero tendremos habitaciones para todos– dijo Gemma observando a los demás.

– Después de haber dormido en un hotel que olía a podrido y las paredes se caían, este parece un hotel cinco estrellas– bromeó Alex echándole un ojo al lugar.

– Parece que estuvo siendo mantenido– comentó Sky observando que estaba limpio y ordenado a comparación de los otros refugios temporales.

– Es porque Benjamín, el amigo de Aaron lo mantuvo así– explicó Gemma.

– ¿Benjamín? Nosotros lo conocimos– agregó Candace sorprendiendo a Aaron.

– ¿Cómo?– preguntó Aaron intrigado.

– Ah, es un buen hombre, nos ayudó en un aprieto– respondió Leonard.

– Aunque también nos advirtió que si lo estábamos engañando tú nos asesinarías– agregó Theo con un tono nervioso.

– Él sí que me conoce– dijo Aaron soltando una risa.

– ¿Qué les parece si todos tomamos un buen baño? en especial aquellos mugrientos con sangre de quién sabe qué– bromeó Sarah observando a la pareja.

– Y después nos reunimos en el pequeño comedor común para disfrutar algo todos juntos– sugirió Aaron.

– Me parece una buena idea– sonrió Candace.

– Sólo si Sky y Leonard se bañan primero– bromeó Alex.

– Cállate– lo regañó Sky.

– Tenemos buenas noticias– dijo Gemma saliendo de una de las habitaciones– Benjamín arregló el termostato y tenemos agua caliente, pero no la desperdicien– sugirió la jovencita.

– Bien, a bañarnos todos, vamos– ordenó Aaron.

– ¿Quieres bañarte conmigo?– le preguntó Alex a Aaron bromeando y sorprendiendo a los demás.

– Aléjate, pervertido– rio Aaron.

– ¿Alguien necesita ropa limpia?– preguntó Sarah abriendo su bolso.

– Creo que todos– respondió Theo observando a sus compañeros.

– Yo no, gracias, tengo ropa limpia en mi mochila– comentó Candace revisándola.

– Que suerte que obligué a Aaron a empacar mucha ropa– rio Sarah entregándole a los jóvenes algunas prendas de Aaron.

– ¿Le vas a dar mi ropa a estos mugrosos?– preguntó Aaron haciéndose el ofendido.

– Ve a la ducha y se solidario– ordenó Sarah mirándolo fijamente.

– Sólo no prestes mi playera favorita– sentenció Aaron.

– Ahora– ordenó Sarah apuntando al pasillo con su dedo.

– Uy, una dama te mandonea– se burló Alex acariciando con fuerza el cabello Aaron.