𝐏𝐢𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞En pleno sombrío invierno, hace mucho tiempo. A nuestro Dios, el cielo no pudo retenerlo, ni la tierra sostener; El cielo y la tierra huirán lejos cuando venga su reino. Para el Señor Dios todo poderoso, Jesucristo.
𝐏𝐞𝐚𝐤𝐲 𝐛𝐥𝐢𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬
- Harry, ¿venderías el pub?
Harry Fenton me mira desde detrás la barra secando los vasos con un trapo. Tomo un trago de la copa observando el local. Podría reformarlo, sería una inversión y podría blanquear algo de dinero.
- ¿Venderlo? ¿Venderlo a quién? Este local está hecho para combatir la penumbra de la pobreza, mira a tu alrededor. No hay más que pobres diablos salidos del infierno.
- Podrías vendérmelo a mí. Seguirías trabajando aquí si quisieras.
Harry deja de limpiar los vasos y se apoya en la barra frente a mí. Sonrío mirando el alcohol en el vaso, le interesaba el negocio.
- ¿Cuánto me darías?
- Lo justo como para que te compraras una bonita casa y un buen caballo.
Se lo estaba pensando. Seguí bebiendo de mi copa y encendí un cigarrillo dejando que el humo saliera de mis pulmones llenando aún más el ambiente.
- ¡Tommy!
Finn entra en el Garrison corriendo hacia mí. Se para frente a mí intentando recuperar el aliento, le pongo la mano en el hombro y le miro. Está rojo como un tomate y su mirada asustada me llama la atención.
- Eh, ¿qué pasa Finn?
Finn pone su mano en mi hombro, enderezándose y recuperando el aliento poco a poco.
- Es Arthur, se ha encerrado en casa con una pistola.
- ¿Otra vez?
Cierro los ojos un momento y suspiro dándome la vuelta para pagarle a Harry la botella.
- Piensa en un precio justo Harry, lo compraré.
Le digo con el cigarrillo aún en mis labios y dejándole las monedas sobre la barra. Salimos del pub con Finn pisándome los talones.
- ¿Hace mucho que se ha encerrado?
- Hace como media hora.
El camino a casa lo recorremos en menos de dos minutos, en cuanto llegamos a la puerta nos damos cuenta de que está cerrada con llave.
- ¡Arthur! ¡Arthur abre la puta puerta!
Doy golpes contra la madera de la puerta cada vez más fuerte, pero no hay respuesta. Sin pensarlo demasiado apartó a Finn a un lado y me echo hacia atrás cogiendo impulso, levantó la pierna justo antes de abalanzarme contra la madera y romper la cerradura abriendo por fin la puerta. Me quedo apoyado en el marco de la puerta intentando olvidar el dolor sin dejar de mirar a mi alrededor para encontrar a Arthur.
Se encuentra sentado tranquílame con una copa en la mano y un trozo de la puerta rota junto a él. Ambos nos miramos, su mirada se aparta de mí unos segundos después para seguir bebiendo. La pistola se encuentra en la pequeña mesa de café junto a la botella de whisky y poco de polvo blanco en la madera.
- Véte de aquí Finn.
Finn obedece y sale por el espacio de la puerta rota. El fuego de la chimenea chisporrotea en cuanto Arthur lanza el trozo de madera al fuego. Termino de entrar en la casa y me paro apoyado en la ventana frente a él.
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𝐏𝐢𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 - 𝐓𝐡𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲
RandomEntre el hilo fino color carmesí que se ciñe a nuestro destino se encuentra el camino, camino que solo nosotros decidimos, decidimos en medio del incesante ruido y ritmo de nuestro corazón herido.