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EN EL MUNDO MUGGLE

-maldito voldy, maldita escuela, malditos boggarts, malditos alumnos ¡maldita vida!

-no creo que todo este maldito o sí? - pregunto una voz pero no sabia de quién era y menos de donde provenía, lo primero que hizo fue sacar su varita

Un chico salió levantando las manos en forma de rendición

-por favor no me mates con un palo de madera - dijo sobre actuando Hilary entro en su mente y tal parece que es mas inofensivo que un escarabato

-eres un muggle?

-un que?

-en ese caso sí lo eres... donde estoy? - dijo aun sin bajar su varita, es la primera vez que ve a muggle y tal vez estén infravalorados

-podrías bajar esa palo, me estas asustando

-ese es el proposito idiota

-estamos en Londres

Hilary volteo a todos lados, no se dio cuenta de que ya se había alejado bastante de Hogwarts, de Hermione. Se encontraba en un campo lleno de girasoles y hierba verde esparcida por todo el suelo, el cielo brillaba y habían pocas nubes en el cielo. El chico frente a ella era algo alto, cabello era castaño claro y sus ojos verdes (si quieren véanlo como un Aidan Gallagher en los 90s).

-no eres de por aquí, verdad?

-no y tú?

-vivo aquí desde que tengo memoria

-donde hay comida?

-primero que nada gracias por bajar ese palo y segundo no me has dicho tu nombre - menciono acercándose lentamente lo que provoco que Hilary levantara su varita nuevamente

-por qué debería de decirte mi nombre?

-porque yo te podría ayudar

-no lo creo, yo puedo sola gracias

Hilary dio la vuelta y pudo ver algunos edificios y se empezó a caminar a esa dirección ignorando al chico que le decía que no duraría mucho en Londres sola. Camino durante mucho tiempo y los edificios cada vez se iban haciendo mas grandes a sus ojos. Al poco tiempo ya se encontraba en la ciudad y el mundo muggle no fue como ella creyó.

El cielo azulado se volvió gris, algunas casas y edificios sacaban humo, las personas se empujaban unas a otras para poder llegar a sus destinos. Cosas metálicas corrían por las calles y gracias a un letrero supo que se llamaban Autos, también habían maquinas más pequeñas destinadas para los niños pero estas solo tenían dos ruedas. Para Hilary eran los objetos más raros que había visto.

Había tiendas por todas partes, fue cuando se dio cuenta de que no tenia dinero muggle y los vendedores no parecían lo suficientemente amables como para darle un poco de comida. Hilary siguió caminando por la ciudad sin un rumbo fijo pensando en que haría, si volvía a Hogwarts Dumbledore ya no la recibiría y una parte de ella agradecía eso ya que no contribuiría mas al plan de su padre para matar a uno de sus mejores amigos.

Hermione paso por su cabeza e intento imaginar una realidad alternativa en la que las dos terminen juntas y todo sea perfecto, donde no exista ni etiquetas, ni guerras ni un mundo de mierda que no puede evolucionar y aceptar a los demás. Una imagen mental de aquella chica de la cual termino enamorada en el instante en el que la vio, su cabello ondulado que llamaba la atención, sus ojos café oscuro que te atrapan, su piel clara como la nieve y esa sonrisa que provoca que todo aquel que la vea se le ponga la piel de gallina por tan linda que la tiene.

Pero después de ver esa realidad deseada se vio obligada a volver al presente pues el sol se ocultaba y no tenía en donde dormir, pensó en usar magia pero había demasiadas cosas en su contra por lo que se vio obligada a dormir en un callejón oscuro en el piso y taparse con la túnica de Hogwarts. Sin duda esa no era y no sería una buena noche y tal vez no tenga una buena en el futuro pero debe de hacer lo que sea para sobrevivir y ocultarse de su padre y del ministerio.

Ahora esta era su realidad.

lo se pobre Hilary atrapada en este horrible mundo muggle con nosotrxs pero siempre hay un arcoíris al final de una tormenta. El caso es que la tormenta aun no empieza.

LA CHICA NUEVA EN HOGWARTS || Hermione y tu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora