It Wasn't Cupid ᪥ [Kyman]

05

En ésta línea temporal, los chicos ya tienen catorce.

A pesar de los años Cartman nunca habló al respecto, ignoró siempre cada vez que Kyle intentaba sacarle información sobre qué intentaba obtener exactamente de las chicas, ¿por qué querría averiguar él algo como eso?

Lo único que Cartman le dijo fue que no le gustaba a nadie, ni a una sola.
Al gordo le encantaba molestar al judío si había oportunidad, así que si tanto le insistía con el tema; el no le negaría en saber un poco, junto con la excusa de "lo siento mucho Kyle, ya habrá alguien que te aprecie.. o vive con gatos hasta tu muerte" completamente simpático por suerte.

Kyle no volvió a preguntar al respecto, sabía que el castaño no hablaría de ninguna forma. Ninguno se confiaba nada al otro, después de todo eran enemigos a morir, nada cambiaría eso.. Ni siquiera los nervios frente al otro y la forma en las que sus corazones comenzaban a latir con cierta rapidez en cuanto se veían.

Ya no se hablaban tanto, pero Kyle tenía escrito el nombre del antisemita hasta en la frente, y con ésto, es referirse al hecho de que el pelirrojo tiene realmente el nombre de Cartman en pequeño en la hoja al final de cada uno de sus cuadernos.

Era peligroso, porque si los llegaba a encontrar el de ojos cafés estaba perdido. Después de todo ni él le iba a poder responder por qué los escribió; sin embargo la situación entre ambos venía excelente por el momento.

Mientras que finalmente en el tiempo actual tras el resumen; Cartman hablaba al respecto con su madre. Porque si había algo que tenía que detestar de los últimos años, era no poder quitarse al judío de la cabeza; sentía que se volvía cada vez más loco.

－ ¿Cupido? － Le respondió el castaño a su madre con indignación.
  Acababa de relatarle a su madre la forma en la que no podía alejar a su enemigo de su cabeza, y Liane con pocas palabras le explicó que.. quizás solo le gustaban los chicos.

－ No soy marica mamá, ¡mucho menos por ese judío de mierda! － Su madre suspiró.

－ ¡Me temo que es algo que no eliges tú Eric! ¡sino tu corazón! y él decidió que, bueno, tal vez Kyle Broflovski sólo te gusta, calabacín.. －

－ ¿Lo decido yo, el estúpido de Cupido o mi imbécil corazón mamá? Decídete tú también, carajo － La señora no supo qué responder, además había olvidado que su hijo hablaba con un Cupido en su imaginación raras veces; sentía que lo había invocado.

－ ¡Ese hijo de puta! － Golpeó la mesa y subió rápidamente hasta su habitación ignorando los gritos de su madre, llamándole para que se calmara y bajara.

El de ojos cafés no hizo caso y por el contrario, entró a su habitación y buscó dentro de su armario una caja mediana en la que suponía que su gordito no tan amigo estaría ahí encerrado.
  No se equivocó, pero lo tiró al piso y de un segundo a otro ya lo estaba golpeando con un bate.