It Wasn't Cupid ᪥ [Kyman]

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Ya había transcurrido alrededor de una semana desde las enormes acusaciones, peleas, reconsliaciones, declaraciones..
Y sin embargo, cuando se suponía que el pequeño pueblo debería considerarse en un estado más pacífico, parecía lo contrario.

Todo ésto se debía a que si bien, la pequeña venganza de Cartman fue solo eso; pequeña, las consecuencias fueron lo contrario, puesto a que al castaño no le pareció suficiente con dejarla atada a algo tan inofensivo.. mucho menos dejar ileso al mexicano.

Todos sus amigos habían intentado tratar con él antes de que se encargara de vengarse, porque sí, querían terminar con la pesadilla y sabían definitivamente que no habría alguien que se encargara mejor que Cartman, sin embargo éste no sabría poner límites, y ninguno quería a su amigo en la cárcel.

Que la venganza fuese lo suficientemente buena como para que los dejaran en paz y no se les ocurriera volver a hacer algo igual, pero que no llevara a cometer un crimen.

Y después de charlas, súplicas y súplicas...

No funcionó.

"¡Mi bebé, mi pequeña!" Gritaba desconsoladamente la madre de la 'pequeña' rubia; su esposo presionaba su cuerpo contra el suyo con fuerza, tomándola por la cintura sin siquiera él ser capaz de observar tal escena. Los gritos eran desgarradores, el pueblo entero se había enterado a las pocas horas.

No se había dado con el responsable y, tratándose del mismísimo Southpark, la ley no haría nada al respecto, más que inculpar a algún pobre idiota que no tuviese nada que ver, de hecho, Eric también tomó cartas en el asunto por ese lado también.

¿Ese pequeño periodo de tiempo en el que Cartman convenció a medio pueblo y cuerpo de la policía diciendo que era psíquico? Decidió utilizarlo una vez más.
Tuvo la suficiente valentía como para posarse junto al cadáver y echarle la culpa a algún otro lugar de comida rápida.

Así como se encargó de horrorizar y traumarizar a tal grado a Stevens, por tan solo un par de días, en base a quitarle el sueño, el hambre, la capacidad de siquiera decir o hacer algo coherente, la adolescente no pudo más.

Jamás supo de donde provenían tales abusos, pero Cartman no fue capaz de detenerse divirtiéndose con el temor de la rubia.

El único que no se habría enterado del suceso, era el Mexicano, quien a éstas alturas ya se encontraba mucho más lejos.

El castaño ya había pasado por ahí también.

Si bien, Testaburguer la había prometido dejarlo a él y a su familia en paz, junto a su reputación y tal, Eric no estaba satisfecho con dejarlo en paz, por lo que, se cagó en la azabache y decidió enviarlo de regreso a su país, junto con todo su restaurante.

Bajó toda las estrellas, llenó el lugar de malas reseñas, denunció cosas en la comida que él mismo se había encargado de poner en lo que él consumiría y en lo del resto de los consumidores.
Encontró la forma de también demostrar lo culpable que era ante el director PC, dejándolo sin una escuela a la que ir y a su familia, sin trabajo.