It Wasn't Cupid ᪥ [Kyman]

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ESTUVE MUCHO TIEMPO SIN ACTUALIZAR diría más de un mes, disculpen muchísimooo:(

Ya pienso volver, aunque no creo que le quede mucho a ésta historia y en caso de que aún tenga ganas de escribir hago otra historia Kyman y a la mierda porque puedo y quiero.

Perdón si no recuerdan nada o no mucho después de haber estado tanto tiempo sin actualizar y eso.. no es el capítulo más largo y entretenido, pero voy a volver a actualizar un poco más y no tardarme tanto:) espero.

En otras noticias, cumplí años¡+¡$¿@¡@? Random pero díganme feliz cumpleaños. 😠 ah

Bueno ahora sí, el capítulo;

Cerró la puerta de su habitación con fuerza, juraría que se habría escuchado por todo el pequeño pueblo.
Su corazón latía con fuerza y rapidez, inhalaba y exhalaba desenfrenadamente a la par que no despegaba sus ojos del picaporte.

Aún fruncía el ceño; mantenía intacta su expresión y sentimiento vivo tras la discusión que acababa de tener con su madre. Quería llorar, quería gritar; golpear la mismísima puerta.

Escuchó los tacones con más intensidad, se acercaba.

En una rápida reacción, llevó la silla de su escritorio acomodándola donde el picaporte, negándole la entrada.

－ ¡Kyle Broflovski! ¡Abreme en éste momento si no quieres tener más problemas, jovencito! －

Casi al instante, ya tenía a la fémina golpeando exagerada y repetidamente la puerta sin detenerse, acompañada de aquellos desgarradores gritos que lo estaban volviendo loco desde la mañana y ya hacían un par de días.

－ ¡Vete a la mierda! －

－ ¡¿QUÉ QUÉ QUÉEEE?! －

Los golpes se intensificaron.

La verdad era que; admitía que su madre estaba siendo una maldita y estúpida perra.

Desde sospechar por la preferencia sexual de su hijo, hasta lograr que el mismo se lo confirmara, entre tanta insistencia, a pesar de que Kyle realmente lo hacía porque sabía que su madre terminaría revisando su habitación y por lo tanto, rompiendo con la privacidad.

Sheila sorpresivamente, no tuvo ningún tipo de problema. No hasta que el tema avanzó lo suficiente como para enterarse de quien tanto decía su hijo querer, era ni más, ni menos que Eric Cartman.

－¡¡No hemos terminado de hablar!! －

－ ¡Carajo! ¡La conversación acabó hace mucho, mamá! －

Desde entonces no hay día, hora, minuto o segundo en el que la mujer de cabellos rosados no aproveche para intentar hablar al respecto y hartar a su pobre hijo.

Podría ser quién fuera, si pensaba en cualquiera de los amigos de su hijo en su vida de aquella forma aún estaba bien.
Pero Eric ni siquiera era su amigo, Eric.. ¡era un hijo de puta! literalmente.