Capitulo 32: parte 1

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- ¡Tayler Morgan ni se te ocurra! – advierto al chico que tengo a mi lado.

Él suelta una carcajada, mientras yo no despego mi mirada de la pantalla que esta frente a nosotros. Mis dedos se mueven con rapidez sobre el control.

Después de empaparnos de agua en la lluvia (y tener ese momento de baile y besos) vinimos a su departamento a secarnos y así evitar un desastroso resfriado.

El chico a mi lado que tiene entre sus manos otro control remoto igual al mío, se encuentra sentado en el sillón con una toalla que rodea su cuello, su torso está desnudo y su cintura hasta los tobillos están cubierto por un mono color gris con detalles negros. En cambio yo, solo llevo puesto bóxer de él que me presto (mientras mi ropa se seca) y una bata de baño color blanco cubre mi cuerpo. Exacto, sin sostén.

Un poco incómodo, pero era la única solución.

"¿incomodo? No sé tú, pero, yo me siento exquisita".

No empieces.

Me centro en el juego y veo como Tayler intenta repasarme, estamos jugando un juego de carreras en su consola, PS3. Después de secarnos y comer algo de comida, nos pusimos a jugar y así recordar nuestros tiempos de secundaria con los video juegos.

Hago cualquier maniobra para no darle paso a tay y así no me pueda repasar. Escucho un gruñido de parte de él. Sonrió, voy a ganar.

Pero mi victoria dura poco tiempo, porque mi amigo logra esquivarme y me adelanta. Trato de alcanzarlo pero ya es tarde cuando veo que ha cruzado la línea de meta primero que yo y así la carrera finaliza.

Suelto un grito de frustración mientras el tramposo que está a mi lado celebra con sus brazos al aire mientras canta una canción.

7 rings de Ariana grande.

Lo sé, yo también quede loca pero, los chicos y sus cosas hoy en día.

Dejo el control en la mesa que esta frente a mí y recuesto mi espalda en el sofá, cruzo mis brazos sobre mi pecho y me quedo viendo la pantalla donde se refleja la puntación de los jugadores del juego.

Tay deja también su control en la mesa y deja de cantar.

- Vamos Rosi, solo es un juego. – dice.

Volteo a verlo.

¿Un juego? Apuesto a que si yo hubiese ganado él tendría el mismo comportamiento que yo.

Él me sonríe con suficiencia. Levanto una de mis cejas y lo veo directo a los ojos, así, le hago saber sobre mi enojo y que para mí no es un simple juego.

El suelta una carcajada hasta acercarse a mí. Sin verlo venir, sus dedos están sobre mi barriga haciéndome cosquillas. No puedo evitarlo, unas carcajadas salen de mi boca y se mezcla con la risa de Tayler.

Me muevo y caigo acostada al mueble con tay sobre mí. El sigue haciéndome cosquillas, cuando siento que me falta el aire. Le pido que se detenga y él lo hace.

Mi respiración esta agitada, mi pecho sube y baja rápido. Me duele la barriga de tanto reír, tay aún sigue sobre mí. Su respiración agitada se mezcla con la mía, el observa mis ojos y yo los suyos. Estamos muy cerca. Su mirada cae sobre mis labios y luego vuelven a mis ojos. Hago lo mismo y me muerdo el labio inferior al recordar lo que sucedió en el parque hace horas atrás.

Mis piernas se abren un poco haciendo que una de sus piernas queden entre las mías. Él pone sus brazos a mis lados a la altura de mi cabeza. Se acerca hasta que une sus labios con los míos en un beso.

Al principio es un beso tímido, lento. Pero cuando le correspondo, el empieza a mover sus labios hasta que mi boca se abra y su lengua se encuentre con la mía.

¿Él? Mi Amigo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora